¿Qué le pasa al cuerpo si se deja de consumir azúcar en un mes?

Cuando una persona limita su consumo de azúcar o se limita su ingesta, el organismo comienza a cambiar, es más, posiblemente se puede padecer de ansiedad, náuseas e incluso fatiga, pero mientras el cuerpo se desintoxica los efectos negativos disminuyen.

El consumo de azúcar es cada vez más una de las recomendaciones principales por los profesionales de la salud, no solo por su efecto nocivo en el peso de las personas, principalmente en edad adulta, sino también por otras consecuencias desconocidas a las que puede conducir.

Una de ellas son los problemas cognitivos; la cantidad excesiva de azúcar tiene efectos sobre la función cognitiva del cerebro. Esto debido a que el aumento en los niveles de glucosa en la sangre termina influyendo en el hipocampo.

Algunos de los efectos más perceptibles serán una menor capacidad de concentración y de atención, así como de memoria en el consumidor.

¿Por qué es difícil dejar de consumirla?

Una revisión publicada en el Current Opinion in Clinical Nutrition & Metabolic Care explica que el azúcar estimula el sistema de recompensa del cerebro y se relaciona con los procesos de supervivencia y con los comportamientos adictivos.

Incluso se cree que cuando se consume mucha azúcar el cuerpo puede experimentar efectos dopaminérgicos, colinérgicos y opioides y es por ello que los alimentos que tienen gran cantidad de este ingrediente son tan difíciles de dejar.

Síntomas de dejar el azúcar

• Fatiga o debilidad física.
• Mareos.
• Náuseas.

Por su parte, las manifestaciones pueden ser:

• Ansiedad, inquietud o irritabilidad.
• Estado de ánimo depresivo.
• Cambios en los patrones de sueño, como dificultad para dormir.
• Antojos por productos azucarados.
• Problemas de concentración.

Reducir la ingesta de azúcar puede ser complicado, es por esto que se recomienda que se ajuste poco a poco la dieta para evitar sufrir estos efectos adversos.

¿Por qué es importante no consumir tanta azúcar?

Salud cardiovascular

Un estudio publicado en el Journal of Nutritional Science and Vitaminology concluyó que las dietas que poseen mucha azúcar aumentan el riesgo de enfermedades cardiovasculares y puede cambios negativos en el metabolismo como por ejemplo aumentar el peso corporal.

Así mismo, la investigación mostró que disminuir el consumo de azúcar en al menos un 10 % del total del consumo diario puede reducir este efecto negativo y es por ello que limitar el consumo de azúcar beneficia al corazón.

Peso corporal saludable

El consumo en exceso de azúcar puede provocar sobre peso y obesidad. Según un estudio publicado por Clinical Diabetes comenta que cuando se reduce el exceso de esta sustancia también se pueden mermar los efectos negativos en la salud.

Al adoptar una dieta llena de vitaminas, proteína y antioxidantes, además de hacer ejercicio regularmente se puede mejorar el bienestar físico y el peso.

Salud hepática

Un estudio de la revista Journal of Hepatology sostiene que cuando se consume azúcar en exceso puede producir enfermedades como hígado graso no alcohólico y esteatohepatitis no alcohólica, lo que puede producir complicaciones muy graves.

“El consumo de azúcar añadido puede afectar la salud de tu hígado. El azúcar aumenta la producción de grasa en el hígado y puede provocar una enfermedad hepática”, afirma la Asociación Catalana de Pacientes Hepáticos. Es por ello que al limitar su consumo se cuida la salud del hígado.

Salud de la piel

Otro de los problemas que puede ocasionar el consumo desproporcionado de azúcares son los dermatológicos. De hecho, ingerir alimentos con un alto índice glucémico facilita la producción de sebo y el aumento de andrógenos, lo que se traduce en una obstrucción de los poros de la piel y en el empeoramiento de la condición de acné, de acuerdo con la doctora Gema Pérez, experta en medicina, cirugía estética, antienvejecimiento y longevidad.

El azúcar también tiene injerencia en la salud mental, mayormente en la ansiedad y la depresión. Un estudio realizado por la Universidad de Zaragoza aseguró de forma inicial que “existe una clara asociación entre el tipo de alimentación y el estado de ánimo”.

Con esto, los hallazgos apuntaron a que “la calidad general de la dieta se asoció de forma significativa e inversa a la presencia de algún nivel de ansiedad, estrés o depresión”.