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Los llamados “calores” o “fogajes” se dan en un 70 % del grupo de mujeres en menopausia.
Los llamados “calores” o “fogajes” se dan en un 70 % del grupo de mujeres en menopausia. | Foto: 123rf / El País

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La menopausia no es una enfermedad, pero sí la puede enfermar, lo que debe saber toda mujer

Esté alerta a las señales de esta etapa fisiológica en la vida de una mujer para evitar enfermedades que se puedan presentar a raíz de estos cambios.

28 de mayo de 2023 Por: El País

En Colombia aproximadamente hay 6 millones de mujeres en etapa del climaterio y 2.5 millones en menopausia.

Cabe resaltar que climaterio es el periodo que abarca tres etapas llamadas perimenopausia, menopausia y postmenopausia.

Debido al envejecimiento natural del ovario se dejan de producir hormonas tales como estrógenos, progesterona y testosterona. Estas tienen diferentes funciones en todo el organismo de la mujer y su disminución o deficiencia generan cambios y síntomas que pueden alterar su calidad de vida.

Perimenopausia es la etapa donde se inician los primeros cambios hormonales, que pueden durar de 1 a 5 años antes de instaurarse la menopausia. En esta etapa se dan los primeros cambios y manifestaciones como alteraciones en el ciclo menstrual, estos son más cortos en su aparición y de menor duración debido a la disminución de la producción de la progesterona.

Menopausia es la ausencia del ciclo menstrual por un año debido a la disminución de los estrógenos, que tienen receptores en todo el organismo de la mujer y actúan en diferentes mecanismos tales como la producción del colágeno, el metabolismo del calcio (mantenimiento óseo), el antioxidante básico en el sistema cardiovascular, en el cerebro, en los núcleos que manejan el sueño, la temperatura corporal, la memoria, los estados de ánimo.

Menopausia quirúrgica es aquella en la que se extraen los ovarios por cirugía, debido a cualquier patología o enfermedad, produciendo igualmente ausencia de estas hormonas, pero ya no en forma natural, causando los mismos síntomas anteriores.

Postmenopausia es la etapa que se presenta un año después de la menopausia en la que siguen los síntomas por la ausencia de estas hormonas, llegando luego al envejecimiento.

Doctora María Cecilia Arturo Rojas, médica ginecóloga de la Universidad del Valle, docente universitaria.
Doctora María Cecilia Arturo Rojas, médica ginecóloga de la Universidad del Valle, docente universitaria. | Foto: Enviada por la doctora María Cecilia Arturo para El País

Síntomas más comunes

  • Irregularidades menstruales en la perimenopausia.
  • Síntomas vasomotores o llamados “calores” o “fogajes”. Se dan en un 70 % del grupo de mujeres en menopausia. Es la sensación de calor no mayor a 3 minutos, en la parte superior del tórax y cuello que desaparecen espontáneamente, produciendo luego sudoración, sensación de debilidad o frío, se pueden presentar diurnos o nocturnos, alteran el sueño y el sistema cardiovascular.
  • Otros síntomas son sequedad vaginal, alteraciones urinarias, resequedad, prurito vaginal y vulvar, dolor en las relaciones sexuales, generando miedo o no satisfacción por el dolor. Este conjunto de síntomas se denomina hoy ‘síndrome genitourinario’.

Además, insomnio, alteraciones emocionales, ansiedad , irritabilidad, disminución del deseo sexual, aumento de peso debido al metabolismo lento, dolores articulares, ojo seco, pérdida del cabello, piel frágil.

Una mujer puede desarrollar uno o varios síntomas que van a alterar su calidad de vida, por lo cual hay que identificarlos y darles manejo para evitar las enfermedades que se puedan desarrollar a partir de estos cambios (ver último intertítulo).

Nivel de la hormona estrógeno
Nivel de la hormona estrógeno | Foto: Gráfico El País

Manejo y orientación

Manejo no hormonal: Este es el básico y necesario para todas las mujeres que están en esta etapa de vida.

El manejo consiste básicamente en:

Nutrición: Hay que disminuir carbohidratos, aumentando alimentos con fibra, proteínas, vitaminas y minerales, que son los antioxidantes que ayudan a retardar el envejecimiento de las células.

Ejercicio físico: Se recomiendan 150 minutos semanales de actividad física. Esta debe ser individualizada según cada persona. Por ejemplo, algunas requieren más ejercicio cardiovascular, otras por presentar osteoporosis requieren ejercicio de resistencia o con peso.

Terapia no hormonal: Se aplica en aquellas pacientes que por contraindicación médica y/o genética no pueden recibir medicamentos hormonales.

Para ello existen compuestos como los inhibidores de recaptación de serotonina o tranquilizantes o inductores del sueño, según el síntoma que predomine.

Existe entonces un grupo de mujeres a las cuales no se les debe proporcionar componentes hormonales por sus contraindicaciones médicas.

Manejo hormonal: Llamada terapia de suplencia hormonal TSH. No es un tratamiento, pues la menopausia no es una enfermedad.

La TSH está avalada por la diferentes sociedades científicas mundiales (IMS, NAMS, Emas ) y dada a conocer en sus consensos y aprobada para mujeres en menopausia con síntomas vasomotores y atrofia genital.

La TSH se recomienda en los primeros diez años de haber iniciado la menopausia y para mujeres con edad no mayor a 60 años.

Con la TSH se proporcionan hormonas para reemplazar aquellas que se han dejado de producir por el envejecimiento del ovario.

Se debe individualizar cada paciente según su historia clínica, antecedentes familiares, personales, morbilidades, hallazgos en su examen físico.

Hay que tener presente que aquella mujer que tiene útero o matriz debe recibir las dos hormonas: estrógenos y progesterona. Las que no tienen útero solo deben recibir el estrógeno.

El tiempo en que se usan debe ser el mínimo que se requiera para aliviar los síntomas.

La vía de administración puede ser oral, transdérmica (no se metaboliza por el hígado) o inyectables, dependiendo de la historia clínica de cada paciente.

En el manejo hormonal hay que tener presente que aquella mujer que tiene útero o matriz debe recibir las dos hormonas: estrógenos y progesterona.  Las que no tienen útero solo deben recibir el estrógeno.
En el manejo hormonal hay que tener presente que aquella mujer que tiene útero o matriz debe recibir las dos hormonas: estrógenos y progesterona. Las que no tienen útero solo deben recibir el estrógeno. | Foto: Pexels

En resumen, ¿Qué debemos hacer?

  • Identificar en qué etapa de vida estamos.
  • Consultar al médico, mínimo una vez al año, y hablar sobre los síntomas que presentamos.
  • El ginecólogo es probablemente nuestro primer enlace, quien con cada mujer analizará su historia clínica, resolverá preguntas y dudas acerca de los síntomas.
  • Por lo general, se amerita un manejo interdisciplinario: el ginecólogo, el psiquiatra, el internista, el urólogo, el nutricionista y otros, según cada paciente.
  • Se requieren unos exámenes básicos anuales de sangre, mamografía, densitometría, para conocer el estado de la mujer y definir componentes y vías de suplencia.
  • Se debe compartir la comunicación de este tema con nuestro grupo familiar y social, este es un gran soporte para el manejo y entendimiento de esta etapa de vida.
  • Debemos siempre recordar que la menopausia no es una enfermedad y que todas las mujeres llegamos a esta, con o sin síntomas.
  • Debemos darle salud a los años y trabajar por tener una buena calidad de vida.
  • Hay que tener presente que el promedio actual de vida para la mujer en Colombia es de 82 años. Que pasamos la tercera parte de nuestras vidas en la etapa de climaterio y somos las directas responsables de nuestra salud.

Enfermedades

Hay que identificar los síntomas de la menopausia y darles manejo para evitar las enfermedades que se puedan desarrollar a partir de estos cambios.

Las enfermedades más comunes son:

  • Enfermedad cardiovascular, principal causa de muerte en esta edad de las mujeres.
  • Osteoporosis, al no existir el estrógeno, el metabolismo del calcio en los huesos aumenta la fragilidad del hueso, daña la arquitectura del mismo y lleva a fracturas óseas.
  • El aumento de peso puede desarrollar obesidad y sumarse a otras alteraciones como hipertensión o diabetes, generando un síndrome metabólico.

*Por María Cecilia Arturo Rojas*, especial para El País

Médica ginecóloga de la Universidad del Valle. Docente Universitaria. Expresidente Fecolsog. Expresidente Asomenopausia Valle.

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