En el último semestre de 2020, en Mayo Clinic, en Rochester, Minessota, Estados Unidos, se hizo un estudio con cien pacientes que participaron en el Programa para la Rehabilitación en la Actividad, después de padecer la covid-19.
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El proyecto llamado CARP, por sus siglas en inglés, fue uno de los primeros programas multidisciplinarios establecidos para evaluar y brindar tratamiento a los pacientes diagnosticados con síndrome posterior a la Covid-19, también conocido como PCS o síndrome de Covid-19 de larga duración y secuelas posagudas del SARS COV2.
Los pacientes tenían una edad promedio de 45 años y el 68 % eran mujeres. Se los evaluó tras un promedio de 93 días después de la infección.
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El estudio pudo establecer que el 80 % de los participantes informó que padecía de una fatiga inusual; el 59 %, problemas respiratorios y un porcentaje similar sufría de problemas neurológicos.
De acuerdo con el doctor Greg Vaninchkachom, director médico del Programa para Rehabilitación en la Actividad después de la Covid-19 de Mayo Clinic y primer autor de este estudio, la mayoría de los pacientes que participaron no tenían comorbilidades preexistentes antes de la infección por covid-19 y muchos no experimentaron síntomas relacionados con la covid-19 que fueran lo suficientemente graves como para requerir hospitalización.
“La mayoría de los pacientes tenían resultados de laboratorio y de diagnóstico por imágenes, normales o no diagnosticados, a pesar de tener síntomas debilitantes. Este es uno de los desafíos de diagnosticar el PCS a tiempo y de manera eficaz”.
Para conocer más sobre el estudio, El País contactó al doctor estadounidense Greg Vaninchkachom, especialista en medicina preventiva, ocupacional y aeroespacial de Mayo Clinic.
¿Desde cuándo empezó Mayo Clinic a percibir las distintas secuelas que deja el covid-19 y qué les hizo pensar que esta situación ameritaba un estudio de parte de la entidad?
El síndrome poscovid es una nueva condición que está afectando a millones de personas en todo el mundo. Esto es algo que reconocimos por primera vez a principios de la pandemia, aproximadamente en mayo de 2020. Notamos que los pacientes que salían del hospital después del tratamiento por covid-19 estaban lidiando con una fatiga significativa y falta de aire. Poco después, también vimos una tendencia similar en los pacientes tratados fuera del hospital. Con el tiempo, comenzamos nuestro programa de tratamiento y estudio de investigación para ayudar a estos pacientes a recuperarse.
¿Cuál fue el propósito del estudio? ¿Quiénes fueron reclutados?
El propósito del estudio fue comprender la presentación clínica del síndrome poscovid, así como comprender cómo esta condición afecta la función de los pacientes. Los participantes del estudio no fueron reclutados, sino presentados a la Clínica Mayo para el cuidado de los síntomas de covid prolongados. Y se continuó su atención durante varios meses y pudimos seguir su progreso.
El síndrome poscovid se parece mucho al síndrome de fatiga crónica y la fibromialgia. Esperamos que a medida que se realicen más investigaciones sobre esta afección, esto tenga efectos beneficiosos también para la fatiga crónica y la fibromialgia.
¿Qué es el síndrome poscovid? ¿Cuáles son sus síntomas? ¿Las secuelas que deja el covid en las personas que fueron solo hospitalizadas son distintas a las de quienes estuvieron varios días en UCI?
El síndrome poscovid es un estado de síntomas prolongados después de una infección aguda por covid-19. Definimos prolongado aquí en Mayo Clinic como más de cuatro semanas después del inicio de la infección aguda. Los síntomas más comunes son fatiga y dificultad para respirar.
Para los pacientes que han estado en el hospital, especialmente en la UCI, vemos síntomas prolongados más graves. Sin embargo, solo el 25 % de los pacientes de nuestro programa fueron hospitalizados.
Cuéntenos un poco sobre cómo ese 80 % de los pacientes del estudio describen la fatiga que padecen.
La fatiga es bastante profunda. Los pacientes afirman que actividades simples como caminar hasta el buzón o sacar la basura pueden provocar fatiga durante horas o incluso, días. Algunos pacientes no pueden caminar fácilmente por su casa.
El 60 % de los pacientes que acudieron a nuestra clínica estaban trabajando de alguna forma. Sin embargo, solo la mitad de ellos pudieron hacer su trabajo normal, con fatiga, dificultad para respirar y problemas de pensamiento que limitaban la función completa. Además, la fatiga al final de la jornada laboral que limita la actividad fuera del trabajo era muy común.
¿Cómo describen los pacientes los problemas neurológicos que reportaron? Principalmente en su percepción de deterioro cognitivo…
Los pacientes informan problemas con la memoria a corto plazo, la búsqueda de palabras y la multitarea. Ellos no se olvidan de cosas muy básicas, como su cumpleaños o su dirección. Más bien, lasactividades que requieren concentración, pero que son muy familiares, como completar una determinada hoja de cálculo en el trabajo, son más difíciles. El habla también es un problema debido a las dificultades para encontrar palabras. Desafortunadamente, los síntomas a menudo afectan el trabajo y causan un estrés significativo a los pacientes.
¿Qué es la bruma mental y qué porcentaje de pacientes admitieron tenerla en el estudio? ¿Y cuál es el papel de la rehabilitación cerebral para el tratamiento del deterioro cognitivo percibido?
Los problemas de pensamiento mencionados anteriormente son a lo que la gente se refiere como bruma mental. El 45 % de los pacientes de nuestro estudio informaron experimentar síntomas como este. Cuanto más trabajamos con pacientes que tienen confusión mental, más similar parece la condición a las conmociones cerebrales. Nuestra Clínica de Rehabilitación Cerebral en Mayo Clinic tiene un largo historial de ayudar a los pacientes a recuperarse de conmociones cerebrales. Se enseñan cosas como el ritmo adecuado, estrategias para ayudar con los problemas temporales de memoria y optimizar el sueño.
¿Qué tipo de pruebas se necesitan para diagnosticar el PCS y cuándo se requiere atención médica?
Desafortunadamente, no existen pruebas específicas que lleven al diagnóstico de síndrome poscovid. En Mayo Clinic lo definimos como un grupo de síntomas que consisten en fatiga, dificultad para respirar y deficiencias cognitivas que pueden comenzar tan pronto, como cuatro semanas después del inicio de la infección aguda por covid-19.
¿Puede ser discapacitante?
Creo que eso queda por determinar. Ciertamente, a corto plazo, esta condición puede limitar la capacidad de una persona para trabajar durante varios meses. Se desconoce si esto persistirá o no de por vida. Afortunadamente, solo un puñado de nuestros pacientes ha tenido síntomas durante un año o más.
¿Por qué cree que los pacientes que se someten a pruebas de laboratorio que demuestran que están sanos, aún muestran síntomas debilitantes? ¿Es algo físico? ¿Se debe a su estado mental? ¿O a ambos?
Muchos de nuestros pacientes tienen pruebas de laboratorio normales. Esto no significa que la afección no exista o que esté “en su cabeza”. Ciertamente, la mente y el cuerpo funcionan juntos, y la depresión/ ansiedad es algo que vemos bastante en esta población de pacientes. Esto es comprensible por la gravedad de los síntomas y la limitación de la función.
La falta de pruebas anormales en la actualidad indica, más bien que, simplemente, no tenemos una buena comprensión de cuál es el proceso bioquímico que causa los síntomas. Simplemente no tenemos la prueba adecuada todavía.
Ustedes aseguran que es común que los pacientes se sientan abandonados, culpables y frustrados en la evaluación inicial. ¿Por qué cree que aparecen estos sentimientos y cuáles son las señales de alerta a las que se debe prestar atención?
Aún no se sabe mucho sobre esta condición. Desafortunadamente, esto da como resultado que muchos pacientes sean ignorados de manera inapropiada o “encasillados” en otros diagnósticos, como depresión o fibromialgia. Los pacientes a menudo se sienten culpables por su condición y comienzan a cuestionar sus propios síntomas y su salud mental. Es por eso por lo que a menudo acuden a nuestra clínica sintiéndose abandonados. Una de las cosas más importantes que hacemos por los pacientes es informarles que sus síntomas son consistentes con los de cientos de otras personas que han acudido a nuestra clínica para recibir atención. Esto les permite saber que no están solos y que los síntomas no están solo en su cabeza.