El hogar, ¿un lugar a prueba de niños?

¿Sabe cuáles son los espacios de su casa que más ponen en riesgo el bienestar de sus hijos?

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16 de oct de 2016, 12:00 a. m.

Actualizado el 18 de abr de 2023, 03:04 a. m.

¿Sabe cuáles son los espacios de su casa que más ponen en riesgo el bienestar de sus hijos?

Caídas, quemaduras, golpes, intoxicaciones y ahogamientos son algunas de las situaciones que le pueden ocurrir a los niños en el hogar y estos eventos  son más comunes de lo que se cree. 

De acuerdo con cifras del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ICBF, en Cali  llegan aproximadamente dos reportes semanales de menores que caen de terrazas,  balcones o gradas, sobre todo, en viviendas que no están terminadas. Lea también: conozca las cinco causas más frecuentes de accidentes caseros.

Estos accidentes se relacionan, según Javier Torres, médico pediatra y profesor de la Universidad del Valle, con las diferentes etapas del desarrollo por las que atraviesan los niños. 

“Ellos tienen unas edades en las que empiezan a experimentar y descubrir el mundo. A los 6 meses de edad, por ejemplo, están en la etapa oral y la forma en que conocen el mundo es a través de la boca”.

Por eso,  explica el médico Torres, es importante reconocer los factores de riesgo y tomar acciones. “Se hace necesario alejar del alcance de los pequeños cualquier objeto o sustancia que puedan ingerir. Se debe  hacer un inventario permanente de los objetos para saber que nada queda fuera de lugar”.

Los niños menores  de un año pueden pasar fácilmente a través de un espacio de 10 centímetros y los niños menores  de 6 años, por uno de 18 centímetros aproximadamente.

Igualmente, explica Torres, existen otras  etapas difíciles, en las que aumenta el  riesgo de sufrir un accidente, como cuando dan sus primeros pasos (alrededor de los 10 meses o un año). Pero estos disminuyen conforme se desarrollan psicomotrizmente y se comunican, es decir, cuando controlan sus movimientos en el espacio y no solo hablan, sino que pueden establecer conversaciones y entienden de alguna manera lo que es bueno y malo, lo que puede provocarles o no un daño físico (alrededor de  4-6 años).

La cocina, zona con mayor riesgo

En esa etapa  cercana al primer año de edad del niño,  se encuentran unos espacios del hogar en el que la precaución y el cuidado deben aumentar.

“Al primer añito los niños ya caminan, pero es aún mayor el riesgo porque no están en la capacidad de medir los riesgos, entonces ellos quieren saber qué es un objeto, mas no saben que puede hacerles daño”, comenta Torres. 

Según la  doctora Ludy Jaimes, médica pediatra del Grupo Emi “donde más se presentan accidentes es en la cocina. Como médicos observamos   casos muy seguidos de quemaduras”.

Y  por eso  esta especialista aconseja que se debe optar por medidas fijas   como: evitar que los niños ingresen a la cocina, no dejarlos solos allí nunca, tapar las ollas o simplemente poner barreras que impidan el ingreso a esa área de la casa.

“Otros sitios peligrosos son  los baños y  los pisos húmedos donde el niño tiene riesgo de caída”, explica la doctora Jaimes. Para evitar accidentes en estos espacios se debe secar bien los pisos, evitar esos tapetes o desniveles en el suelo en los que un niño puede resbalar o tropezar.

Se debe, además,  quitar de su alcance los objetos cortopunzantes. Y los líquidos o químicos, mantenerlos lejos del alcance de los más chicos.

Sin embargo, ella aconseja que los padres les expliquen  de los peligros.  “Por la etapa en que están, ellos no miden riesgos, pero van comprendiendo el lenguaje de los padres y esa comunicación se puede usar para que vayan interpretando y conociendo”.

Y siempre debe haber un adulto encargado que esté lo suficientemente pendiente para evitar que cualquier tipo de situación riesgosa ocurra.

¿Qué hacer?

Lo primero es evitar.  Eliminar las fuentes de peligro como objetos contundentes que puedan caer o desplazarse, cubrir bordes de mesas para evitar golpes, poner medicamentos e insumos de limpieza en lugares altos, tapar enchufes. Evitar el uso de tapetes, no dejar objetos pequeños a su alcance, evitar el uso de caminadores, estos, según los expertos, es la causa principal de traumatismos craneoencefálico en los niños. Y el entorno alejar fuentes de electricidad, evitar la cercanía con el fuego o fuentes de calor; evitar la entrada de los niños  a las piscinas solos y  cerrar bien ventanas y balcones.Lo segundo, evaluar.  ¿Es necesario, realmente, la intervención de un especialista? Y si lo es, acudir lo más rápido posible, esto puede evitar traumas a largo plazo. Es indispensable no automedicarse.Lo tercero, actuar.   Aquí es cuando debemos aplicar los conocimientos que tengamos, sean muchos o pocos. Ejemplo, en caso de quemadura lo más importantante es aplicar sobre la zona afectada agua fria, en caso de cortadas limpiar y tapar la herida para evitar que siga sangrando, esto dará tiempo para llegar al   centro médico más cercano.Lo cuarto, prepararse. Aprender las técnicas de primeros auxilios y reanimación, es lo que recomiendan los especialistas. Ese aprendizaje ayudará a que en momentos de emergencia aumenten las posibilidades de vida de los  niños.

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