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Conozca cuáles son las principales causantes de la toxoplasmosis, mal llamada ‘Enfermedad del gato’
Los falsos rumores y la falta de conocimiento sobre la mal llamada ‘Enfermedad del gato’, son los responsables del abandono de cerca de 60.000 felinos por mes en Colombia. La ingesta de verduras y frutas mal lavadas, el consumo de carne cruda o a término medio y de agua sin hervir, los principales causantes de esta afección.
Durante el embarazo de su primer hijo, Janeth Martínez tuvo varias complicaciones tras contraer toxoplasmosis, sin embargo, ella no compartía ningún espacio en común con algún felino.
A Martha Sáenz una prueba de sangre le reveló la presencia del parásito Toxoplasma Gondii, causante de la enfermedad, en su cuerpo. Pero ella, tampoco tenía un gato en su casa.
Por su parte, María Cano, creadora del refugio ‘Corazón gatuno’ y quien comparte diariamente con 180 felinos que ha rescatado de las calles, nunca ha tenido un problema relacionado con dicha afección. De hecho, se convirtió en madre hace nueve meses y su embarazo no tuvo riesgo alguno.
“A los gatos debo bañarlos, cuidarlos, medicarlos, entre otras tareas que tengo como líder de la fundación. Durante mi embarazo mi rutina referente a los gatos no cambió para nada. Mi bebé nació y desde su primer día de vida, estuvo en contacto con los felinos, nunca limité su interacción. Siempre tuve claro que no tenía sentido traer una vida a este mundo apagando a otra, por eso nunca pensé en abandonar mi labor con los gatos por causa del embarazo”, afirma Cano.
Según el cuerpo médico e investigativo del Departamento de Infecciones por Parásitos del Servicio de Salud Pública de los Estados Unidos, el 90 % de contagios de Toxoplasmosis se debe al consumo de carne mal cocida.
Sin embargo, los falsos mitos populares señalan al gato como la principal fuente de contaminación.
La doctora Sandra López López, médica veterinaria especialista en medicina felina y medicina interna de perros y gatos de la Clínica CliniCat, sostiene que el riesgo de contraer toxoplasmosis por estar en contacto con un gato no es ni siquiera del 1 %.
“No nos contagiamos tocando al gato, viviendo con él o compartiendo los mismos espacios con él. La única forma para que un ser humano se llegase a contagiar por medio de un gato es comiendo directamente la materia fecal de un gato infectado. Con buenas prácticas de higiene, ni el gato tiene por qué tener el parásito ni el humano por qué llegar a ingerir excremento”, sostiene.
Además, explica que las creencias erróneas sobre la toxoplasmosis han marginado al gato como el único causante de dicha enfermedad causando que estos animales sean abandonados, dados en adopción, confinados en espacios reducidos de la casa durante la etapa de gestación de la mujer e inclusive, maltratados.
La toxoplasmosis es una enfermedad que desarrollan las personas cuando en su cuerpo entra el parásito Toxoplasma Gondii, que bien puede pasar inadvertido y no generar sintomalogía alguna o producir síntomas parecidos a los de un resfriado común: dolor de cabeza, cansancio y fiebre. Y tal como una gripa, no requiere tratamiento alguno. El cuerpo lo logra combatir por sí mismo en un periodo de 2 a 3 semanas.
Sin embargo, hay casos específicos en los que requiere una mayor atención como cuando llega a personas que estén recibiendo quimioterapias, padezcan VIH/SIDA o hayan recibido recientemente un trasplante de órganos, pues el sistema inmunitario de estos individuos es muy débil y la mayoría de las enfermedades pueden llegar a afectarlos gravemente.
De igual manera, las mujeres en embarazo deben tener especial cuidado con este padecimiento, ya que el parásito podría afectar el desarrollo del feto.
Cuidado al hervir el agua
La doctora Paola Pérez, jefe de infectología pediátrica de la Fundación Valle del Lili Hospital Universitario, señala a la ingesta de verduras y frutas mal lavadas, al consumo de carne cruda o a término medio y de agua sin hervir, como los principales causantes de que las personas adquieran el parásito Toxoplasma Gondii, causante de la toxoplasmosis.
“El parásito puede llegar al cuerpo de cualquier animal e incrustarse en sus músculos y luego, si nosotros comemos la carne de ese animal cruda o mal cocida vamos a permitir que el parásito entre a nuestro cuerpo; por ello, antes de ingerir carne debemos siempre congelarla y luego cocinarla muy bien.
También, debemos tener cuidado con el agua sin hervir porque inclusive, la que llega a nuestras casas, puede infectarnos”, afirma la especialista, quien recomienda técnicas especiales para librarse del parásito.
“Debemos siempre hervir el agua, pero ¡ojo!, muy bien, porque muchas personas lo hacen mal. Se debe poner al fuego hasta que empiece a hervir y dejarla hirviendo durante diez minutos. Si apenas ven que hierve, apagan el fuego, no están haciendo nada”.
El parásito causante de la toxoplasmosis se puede alojar en cualquier ser viviente de sangre caliente, es decir, casi el 100 % de aves y mamíferos del mundo, incluido el ser humano. Los roedores, las cucarachas y las moscas actúan como portadores y transportadores del parásito, siendo los principales responsables de que tanto este como otros parásito más entre en los hogares, lleguen a las fuentes hídricas o a la comida. Y también, contaminan a las mascotas que tengan contacto con ellos, como sucede en el caso de los gatos y los perros, quienes por su instinto cazador pueden llegar a entrar en contacto con esos animales y adquirir el parásito.
“Nuestros gatos son criaturas maravillosas, solo se infectan de toxoplasmosis, como cualquier humano, si comen carne contaminada, poco cocinada o cruda; y, si llegaran a infectarse, pasadas las tres semanas serán inmunes, como nosotros, y ya no podrán contagiarnos”, sostiene la doctora Carmen Sala, especialista en calidad de vida y salud femenina de la Clínica Gine3, de Barcelona, quien califica como absurdo el mito o creencia que señala al gato como una amenaza.
La doctora López, especialista en medicina interna gatuna, refuerza esta idea explicando que se suele relacionar al gato con la toxoplasmosis debido a que en el sistema digestivo del gato es el único lugar donde al llegar, el parásito puede reproducirse.
“El parásito puede llegar a cualquier organismo, pero al llegar al sistema de los gatos entra en una fase reproductiva que dura entre dos a tres semanas. Durante este tiempo, las expulsiones fecales de un gato que albergue el parásito podrían contener quistes no contagiosos del parásito que para volverse infecciosos tendrían que tener una incubación externa prolongada. Por ello, la caja sanitaria del gato se debe limpiar todos los días y hay que lavarse correctamente las manos después, con eso el riesgo es de 0%”.
Es decir, no hay posibilidad de que tocando, jugando o compartiendo un mismo espacio con un gato usted pueda contraer toxoplasmosis a causa del felino.
Para prevenir que sus mascotas contraigan el parásito Toxoplasma Gondii, que en los animales puede llegar a causar síntomas como diarrea, problemas de visión o neurológicos, evite darles alimentos no cocinados como carnes crudas.
Minimice el contacto del animal con insectos o roedores. Y en el caso de los gatos, controle el acceso al exterior de estos animales, procure que permanezcan en casa lejos de agentes contaminantes.
En definitiva, la clave para no adquirir este parásito está en la prevención. Convierta la salubridad en su mejor aliado y aplíquela en su hogar, en sus alimentos y en sus mascotas. Así evitará contraer tanto esta como muchas otras enfermedades. O afectar a una especie inocente: el gato.