Congreso le daría el último empujón a leyes para la paz

Siempre ha sido costumbre que el cuarto año de sesiones en el Congreso de la República sea el que menos agite legislativo tenga, esto porque los senadores y representantes se dedican de lleno a hacer la campaña que les permitirá volver a una curul, pero también para acompañar a los candidatos presidenciales.

Y esto es precisamente lo que se podría presentar desde hoy, cuando el presidente Juan Manuel Santos instale el último año de sesiones del Congreso 2014-2018, el cual dedicó parte de su trabajo en dos legislaturas a la implementación de las normas y reformas para dar cumplimiento a los acuerdos de paz.

Pero en esta ocasión el Gobierno quiere que la tradición legislativa se rompa. El ministro del Interior, Guillermo Rivera, quien deberá hacer frente a esa tarea, así lo explica. “No es tradicional que en este último periodo el Congreso apruebe muchas leyes. Hay dos momentos en la reciente historia: en el gobierno de César Gaviria, cuando se desarrollaron las normas de la nueva Constitución, y el del presidente Santos, en el que esperamos sea así”.

Y es que tiene por qué ser optimista y hasta ambicioso el Gobierno. En la discusión que se debe dar en las comisiones y plenarias desde la otra semana se tramitarán reformas constitucionales y leyes estatutarias y ordinarias para cerrar el compromiso para la desmovilización de las Farc.

Y como el escenario es complejo, el ministro Rivera se reunió ayer con los dos nuevos presidentes del Senado y Cámara (que serán elegidos hoy), Efraín Cepeda y Rodrigo Lara, al igual que con los voceros de los partidos que han acompañado al Gobierno en el proceso de paz, lo cual incluso dio paso a que se formara la unidad legislativa por la paz.

“Los voceros de los partidos fueron explícitos en decir que van a seguir apoyando la agenda en favor de la paz. El Partido de la U, Cambio Radical, Conservador, Liberal, Alianza Verde, Opción Ciudadana, Polo Democrático y los indígenas expresaron ayer que continuarán apoyando la implementación normativa del acuerdo de paz”, aseguró Rivera.

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Incluso, el optimismo del Ministro le lleva a pensar que conseguir los votos requeridos no será un problema. “De tal manera que contamos con las mayorías para seguir con la aprobación de la agenda legislativa por la paz”.

En las distintas bancadas tienen claro que el compromiso de seguir apoyando la paz se mantiene, aunque expresan la preocupación porque la campaña electoral se cruzará con la discusión de los proyectos y esto podría sin duda ajustar los tiempos.

El saliente presidente de la Comisión Primera del Senado, Carlos Fernando Motoa, quien lideró la discusión de la primera parte del ‘fast track’, consideró que en esa célula legislativa no se tiene nada por discutir de temas de paz, lo que ayudará en parte a aligerar la nueva discusión.

“Faltan algunas iniciativas por terminar su trámite. La reforma política que está en la Cámara no ha transcurrido con la velocidad que amerita. Veo cada vez más difícil que se convierta en una reforma constitucional porque se perdieron tres meses antes del receso de mitad de año. Ya después de agosto y a pocos meses de las elecciones y con un calendario electoral, veo complicada esa reforma”, dijo el senador de Cambio Radical.

Motoa, como lo dijo el ministro Rivera, ve como fijo el apoyo de los partidos que han acompañado el proceso de paz a los otros proyectos, pero advierte que siguen temas preocupantes como la reforma constitucional de las 16 circunscripciones de paz.

Desde Opción Ciudadana, el senador Antonio Correa, quien sería el nuevo segundo vicepresidente de la corporación, estimó que “debemos trabajar en esos proyectos que van hacia la implementación de los acuerdos de paz, pero también habrá otros de índole social que deberán tener su discusión importante en el Congreso”.

El senador conservador Juan Diego Gómez coincidió en que habrá un trabajo arduo y sostiene que en “este semestre de la legislatura van a pasar las leyes obligadas, como el presupuesto, el paquete de normas para la paz, como la ley estatutaria de la JEP”.

Considera, además, que serán tramitadas positivamente la reforma de las circunscripciones de paz y dos leyes de innovación de tierras.

“Es importante que el Gobierno garantice los proyectos en Cámara y Senado para sacar ese paquete de la paz”, agregó Gómez, quien cree que la ley de tierras que prepara el Gobierno se debe socializar con todos los partidos.

El principal proyecto y que tiene el tiempo contado es la ley estatutaria de la Justicia Especial para la Paz, JEP. Esta norma fue presentada en mayo, pero fue retirada en junio por el Gobierno, pero aún no tiene listo el nuevo articulado que sigue siendo discutido con sectores interesados.

El ministro Guillermo Rivera dijo que la norma deberá estar aprobada antes del 25 de septiembre, cuando se espera que ya se tengan elegidos los magistrados, y eso obliga a que la reglamentación ya esté lista.

La reforma electoral o también política está en ceros. Mañana Rivera se reunirá con los ponentes en la Cámara para definir una ponencia que abra la discusión.

El Ministro ya advirtió que el Gobierno no va a acompañar a los partidos para que allí se incluyan propuestas como el transfuguismo, el cambio de congresistas de partido sin sanción ni avalar que haya la coalición entre todos los partidos sin importar su tamaño. Esa norma está vigente para los partidos pequeños.

Dos reformas constitucionales más, que también van por ‘fast track’, son la reforma a las regalías y las 16 circunscripciones. A la primera, con la cual se destinará $1 billón un billón para la construcción de vías, le falta solo una su votación en plenaria del Senado. No tiene la misma suerte la reforma de regiones electorales especiales, que va en su segundo debate en el Senado. Se prevé que tendrá al menos 10 cambios.

En el paquete que llevará el Gobierno antes de un mes están la que crea reservas forestales especiales, la de garantías de participación ciudadana, el catastro multipropósito, el régimen penal diferenciado y la ley de tierras.

La Cámara de Representantes está pendiente de tramitar la reforma que reitera que el monopolio de las armas está bajo el Estado, esto con el fin de cerrar paso a que grupos ilegales como los paramilitares vuelvan a las armas.

Las plenarias de ambas corporaciones deberán analizar en los primeros días de agosto las leyes de innovación agropecuaria y también en tierras, que son diferentes a la reforma de tierras que es el gran proyecto del que se habla en los acuerdos de paz.