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La misión especial de la ONU tiene como objetivo vigilar que se cumpla lo establecido en el proceso de paz. | Foto: Colprensa

FARC

Así trabaja la Misión de Verificación de la ONU en Colombia para acompañar la paz

Jean Arnault, jefe de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia, cuenta detalles de cómo se realiza esa labor.

28 de octubre de 2018 Por: Olga Lucía Criollo, reportera de el país

Jean Arnault es el comandante del ejército de 479 hombres y mujeres encargados de ‘cuidar’ el cumplimiento de los Acuerdos firmados entre el Gobierno Nacional y las Farc.

Filósofo de la Universidad de la Sorbonne, en París, tras haber aportado al proceso de paz en La Habana, en marzo del 2016 fue designado representante especial del Secretario General de las Naciones Unidas en Colombia y jefe de la Misión de Verificación de la ONU en el país.

Poco amigo de dar entrevistas, Arnault aceptó contarle a El País detalles de la forma cómo trabaja el equipo a su cargo en los rincones del país donde residen los excombatientes y los colombianos más golpeados por el conflicto.

Yendo un poco más allá, sostuvo que la Misión ha sido bien acogida por comunidades, partidos políticos y sectores de la sociedad, lo que “es una de las señales de que existe mayor consenso alrededor del proceso de paz de lo que a veces se piensa”.

Más allá de los balances que como jefe de la Misión debe presentarle al Consejo de Seguridad, ¿qué significa para la ONU ser parte activa de la implementación del proceso de paz en Colombia?

Para la ONU, la construcción y el mantenimiento de la paz es su misión fundamental desde que se fundó, así que ser parte activa de la implementación significa cumplir con sus objetivos. Particularmente en el caso de Colombia, ya que su proceso de paz es hoy una referencia para otros países. Como resaltó el Consejo de Seguridad en Nueva York: ‘El proceso de paz de Colombia sigue siendo importante como una fuente de inspiración para los esfuerzos realizados en muchas partes del mundo para poner fin a los conflictos y construir la paz’.

¿Cómo reciben el que muchos excombatientes califiquen a los verificadores como ‘ángeles de la Guarda’, en el sentido de que mientras el Gobierno, dicen, les ha incumplido, la ONU no ha dejado de hacer presencia en los espacios territoriales donde residen?

Los excombatientes nos dan demasiado crédito. Nuestro mandato y nuestras posibilidades son limitadas. Al mismo tiempo, es cierto que desde que inició la Misión, nuestro personal nacional e internacional ha hecho presencia en todas las zonas y puntos veredales y ahora en los espacios territoriales y nuevos puntos. Hace dos años que acompañamos a los exmiembros de las Farc-EP en su camino de dejación de armas y de incorporación a la vida civil. No ha sido un camino exento de retos y riesgos para ellos, y creo que la presencia de la Misión ha sido un factor de tranquilidad y confianza para que este proceso de reincorporación pueda culminar exitosamente.

¿Algunos miembros de la Misión han sido amenazados u objeto de otras acciones indebidas durante su labor de acompañamiento?

Hasta el momento no hemos tenido ninguna situación grave de este tipo. Al contrario, a pesar de las controversias que han existido en torno al proceso de paz, la Misión ha sido bien acogida tanto por las comunidades como por los distintos partidos políticos y sectores de la sociedad. A nuestro juicio, es una de las señales de que existe mayor consenso alrededor del proceso de paz de lo que a veces se piensa.

¿Qué requisitos debe cumplir una persona, nacional o extranjera, para hacer parte de la Misión de Verificación de la ONU?

Un valor fundamental para todo el personal es obviamente la imparcialidad, pero también una disposición genuina de entender y apoyar a quienes están saliendo de un conflicto violento y prolongado, ya sea como participantes en él o como víctimas. Esta empatía es muy importante para desempeñarse útilmente entre excombatientes, miembros de la Fuerza Pública, comunidades y otros actores. También deben cumplir con criterios exigentes de excelencia profesional en su ámbito de actuación.

¿Qué no les está permitido hacer a los verificadores de la ONU?

Deben cumplir estrictamente con las leyes colombianas, cumplir a cabalidad con el mandato de la Misión en el país –en este caso la verificación, el acompañamiento y facilitación del proceso de reincorporación– y en todo momento mostrar respeto hacia sus interlocutores, sus formas de ver y de pensar y sus aspiraciones.

Algunos integrantes de la Misión son voluntarios y otros empleados. ¿Hay diferencias en cuanto a responsabilidades o funciones?

La diferencia radica en el modelo de contrato y condiciones laborales entre los voluntarios y los funcionarios de planta de la Organización, pero las responsabilidades y funciones van de acuerdo al cargo que desempeña la persona.

¿Ha recibido denuncias por comportamientos inadecuados de alguno de los verificadores?

En todas las organizaciones se presentan casos de indisciplina y la Misión no ha sido excepción, pero ha sido mínimo el número de estos casos. La Misión es conciente del alto precio que puede pagar en términos de su credibilidad por faltas cometidas por cualquier de sus miembros, y no las tolera.

¿Cómo hacen para evitar que los miembros de la Misión se involucren emocionalmente con la población que acompañan?

La gran mayoría de los miembros de la Misión tiene experiencia previa en situaciones de conflicto y en el relacionamiento con personas y comunidades que han sufrido el trauma de la violencia. Saben en particular que hay que evitar que se genere una situación de poder entre los funcionarios internacionales y la población vulnerable. O, pero aún, una situación de abuso de poder. Para ello, es fundamental fomentar una cultura de humildad y recordar siempre que nuestra labor es servir a las personas y servir al país.

¿Qué otras tareas, diferentes a las relacionados con el proceso de paz, desempeña Naciones Unidas en Colombia?

La ONU tiene una amplia y antigua presencia en Colombia, a través del Sistema de Naciones Unidas con sus agencias, fondos y programas.
Desde 1954, con la llegada de la primera agencia, hoy en día Colombia es uno de los países con mayor presencia de la ONU en el mundo, con 25 agencias, fondos y programas que no solo trabajan en el proceso de paz, sino en temas de desarrollo, medio ambiente y respuesta humanitaria, entre otros.

¿Cómo se coordina el trabajo de la Misión con el PNUD, que también hacen presencia en muchos espacios territoriales?

La función de la Misión es de verificación, acompañamiento y facilitación del proceso de paz. La función de ejecución de proyectos la desempeña el PNUD. Los mandatos son distintos, pero complementarios. El personal de la Misión a menudo señala al PNUD, así como al Gobierno, las necesidades que existen en los ETCR y el PNUD interviene con proyectos para responder a esas necesidades.

En varias ocasiones el PNUD solicita a la Misión su acompañamiento o sus buenos oficios para llevar a cabo su programa de apoyo a la reincorporación. Existe una coordinación estrecha a nivel nacional y territorial.

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