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El pasado primero de febrero, frente a la sede del Congreso de la República, en Bogotá, se inició la recolección de firmas para la consulta anticorrupción. Hasta el próximo 25 de julio, sus organizadores esperan reunir tres millones de rúbricas. | Foto: Colprensa

ELECCIONES

"¿Ya firmó?", la pregunta que está de moda en todo el país

Referendos, revocatorias de mandato y aspiraciones electorales buscan las rúbricas de los colombianos.

4 de julio de 2017 Por: Colprensa

Durante los últimos meses, a muchos colombianos alguien ya les ha pedido la firma como apoyo para diferentes acciones y de seguro esa tendencia aumentará con el inicio de las campañas electorales.

Esto último porque muchos de los que han manifestado su interés de llegar a la Casa de Nariño han anunciado que lo harán por firmas: Piedad Córdoba, Clara López, Alejandro Ordóñez, Sergio Fajardo y hasta el exalcalde de Santa Marta Carlos Eduardo Caicedo.
Algunos ya inscribieron su comité ante la Registraduría y otros solo lo han anunciado, pero sus procesos se sumarían a una gama de mecanismos que se han venido utilizando, como las revocatorias de mandato y las consultas sobre explotación minero-energética que impulsan distintos ciudadanos.

En el radar están también las firmas que se recogen para hacer un referendo que permita crear una ley que dé cadena perpetua a los violadores y maltratadores de niños y las que apoyan la consulta anticorrupción que promueve el Partido de Alianza Verde.

Total, en las calles de las diferentes ciudades las planillas y los bolígrafos se ven continuamente, como ya lo hicieron para prohibir la adopción por parte de parejas homosexuales y madres solteras.

¿Pero a qué se debe el auge de estos mecanismos de participación?

Angélica Lozano, representante por la Alianza Verde, asegura que es una respuesta cuando la gente no encuentra canales o el Congreso bloquea las iniciativas de cambio. “Por ejemplo, a nosotros nos hundió ocho veces la Ley de Transparencia, la baja de salarios a los congresistas, pues teníamos dos opciones: quedarnos sentados y no hacer nada o hacer algo”.

Carlos Ariel Sánchez, exregistrador Nacional durante ocho años, sostiene que nunca se habían solicitado tantas revocatorias de mandato como ahora y lo atribuye a una modificación legal.

La semana pasada se inscribió ante la Registraduría el comité de revocatoria ‘Chao Armitage’, que busca que el actual Mandatario de los caleños sea relevado de su cargo.

“Hay que recordar que la Ley 1757 baja los requisitos para la revocatoria. De un lado, rebajó los mecanismos para el porcentaje de firmas frente a la votación. Entonces, si el alcalde o gobernador ha sacado un x número de votos, ahora se requiere solo el 30 % del equivalente en firmas de esos votos. Segundo, antes se requería una participación el día de la convocatoria de 55 %, ahora se requiere 40 %; pero las que se han llevado a las urnas no han alcanzado ese porcentaje”, explica.

Con respecto a varios de los procesos de revocatoria que avanzan en el país, especialmente contra alcaldes, siendo el más sonado el que se adelanta contra Enrique Peñalosa en Bogotá, el exfuncionario dice que “muchos no tienen claros temas de financiación y otros empezaron a recoger las firmas antes de la fecha que era: 2 de enero de este año”.

“Es decir, hay una serie de decisiones que se producen de la misma voluntad o de la decisión del ciudadano cuando firma, que debe ser adecuada a las normas, porque si no, en vez de resolver un conflicto, que es lo que se quiere, se genera otro”, argumenta.

De otra parte, fuentes del Consejo Nacional Electoral, CNE, aseguraron a Colprensa que hay un abuso en el empleo de este mecanismo, porque es notable que casi la mitad son motivados por revanchismo político, negaciones en contratación por parte de los municipios e incluso por razones personales.

¿Se cansarán de firmar?

Quienes buscan la cadena perpetua para violadores están en la recta final, luego de la jornada del fin de semana. “No puedo decir una cifra exacta, porque todavía no me han llegado todas las firmas, pero calculo que superamos el un millón. Tenemos que entregar a la Registraduría un millón 757.000 firmas el 10 de julio”, afirma Yohana, quien adelanta la iniciativa que su mamá, la fallecida senadora Gilma Jiménez, promovió por años.

La Consulta Anticorrupción, a su vez, aspira a reunir tres millones de rúbricas antes del 25 de julio.

No obstante, Carlos Arias, experto en marketing político de la Universidad Externado, cree que aún no hay un desgaste de las personas para dar su rúbrica en apoyo a estos dos procesos, porque “ya están en el imaginario de los colombianos”, pero “ sí va a venir en la medida en que salgan a la calle y se empiecen a ver los diferentes comités. Muy seguramente las estrategias de diferenciación van a marcar que logren realmente el objetivo”.

Al final, la decisión de sumarse a una u otra causa la tiene el ciudadano, pero sin duda actualmente tiene diferentes opciones para elegir.

¿Cuál es el problema?

La Constitución garantiza el derecho a la participación ciudadana y brinda mecanismos que la hagan efectiva, así que ninguna institución podría reclamar su impedimiento. Además, las firmas son solo el inicio de un largo proceso, según sea la vía escogida.

Para el exregistrador Carlos Ariel Sánchez, esto “puede reflejar la desconfianza en las instituciones y mostrar la polarización de estas posibilidades de participación ciudadana. También, el deseo que tienen de participar y generar algún cambio político”, lo es “muy positivo”.

Sin embargo, dice, lo que debe preocupar es que, así como hay una claridad en el sentido de que la gente busca que con esa decisión se produzcan unos cambios, las normas deben estar en capacidad de dar una respuesta absolutamente clara.

Se refiere al debate sobre las consultas de explotación y exploración minero energéticas, donde las decisiones tomadas preocupan al Gobierno Nacional y a sectores económicos por las consecuencias que conllevan.

“Sería mucho mejor si se tiene claridad sobre cuál es la respuesta desde el punto de vista institucional a la decisión de la voluntad popular. Es decir, si la decisión tiene la consecuencia que las personas piensan”, asegura.

Para las presidenciales

El docente Carlos Arias, dice que muchos recurren a la recolección de firmas como estrategia política: “Cuando se presentan por un partido y luego reciben apoyo de otro, puede implicar una doble militancia”.

Agrega que los acuerdos programáticos partidistas son más fáciles de manejar y que “por eso, Germán Vargas Lleras no está tan seguro de inscribirse por Cambio Radical.

“También, Alejandro Ordóñez decidió irse por firmas porque no tiene el apoyo total del Partido Conservador y porque desde esa dinámica podría llegar a una alianza muy fuerte con el Centro Democrático”, dijo.

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