Política
Presidencia 2026: las ‘cartas’ de izquierda, derecha y centro en la ‘pelea’ por el primer cargo del Ejecutivo; análisis
Si bien la izquierda definió a Cepeda como su candidato, analistas advierten que otras figuras podrían ‘desbancarlo’. La derecha sigue sin ponerse de acuerdo sobre a quién apoyará y el centro no logra unirse.
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14 de dic de 2025, 04:57 p. m.
Actualizado el 14 de dic de 2025, 05:03 p. m.
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¿Divididos? ¿Fuertes? ¿Con alianzas? Un panorama electoral difuso se empieza a avizorar para el próximo año, al que izquierda, derecha y centro llegarán envalentonados a ‘pelearse’ la Presidencia.
El 31 de enero del 2026 iniciará oficialmente la campaña por la Casa de Nariño y aunque sectores como la izquierda ya han definido un posible candidato que los represente en la contienda, otros están librando una ‘batalla’ interna en busca de la mayor cantidad de apoyos.
Para expertos, el mejor escenario sería una unión entre diferentes frentes para ir juntos a la consulta interpartidista de marzo y así lograr la elección de un candidato que le plante cara a la ya avisada competencia entre Iván Cepeda y Abelardo de la Espriella. De lo contrario, es predecible el resultado de la primera vuelta.
El País presenta un análisis de izquierda a derecha, pasando por el centro, sobre cómo avanza cada sector a la campaña y cuáles son sus posibles candidatos.
Izquierda
Cepeda, ¿el candidato del petrismo o su comodín?
Aunque el único sector que tiene luces sobre quién será su candidato para competir por la Presidencia es la izquierda, con Iván Cepeda, algunas fuentes consultadas indican que el senador podría ser ‘desbancado’ el próximo año por una figura que pueda reunir más consensos.
“Llega unificada y fuerte frente a la figura de Cepeda. Sin embargo, para que ese porcentaje que representa logre ganar la Presidencia, debe congregar al centro y la centro izquierda. Ahí es donde aún no hay claridad; habrá que esperar a que pasen las votaciones del Frente Amplio”, opina Juan Camilo Vanegas, director de la Escuela de Gobierno de la Universidad San Buenaventura.
Advierte que es cierto que Cepeda no cuenta con el mismo respaldo con el que contó Gustavo Petro para llegar al poder, si logra reunir a la izquierda.
Asimismo, el director del doctorado en Estudios Sociales de la Universidad del Rosario, Carlos Charry, señala que si bien aún hay mucho por recorrer, y la izquierda llega fortalecida porque se anticipó al escenario que estamos viviendo, en el que los demás sectores están definiendo candidaturas, puede ser que haya un desgaste en torno al senador y que los escándalos del Gobierno terminen afectando su campaña”.
De hecho, esa ha sido la ‘jugada’ por la que le ha apostado la oposición, reviviendo comentarios del pasado en los que ha apoyado propuestas polémicas del hoy Presidente, como la asamblea constituyente.
Analistas coinciden en que es necesario recordar que aún queda en la baraja de posibilidades los nombres de Roy Barreras, Juan Fernando Cristo, Luis Gilberto Murillo y Camilo Romero, quienes el próximo año podrían arrebatarle el aval a Cepeda si este llega a desinflarse.
“Cepeda simplemente recoge a un electorado de la izquierda más radical y dogmática, pero genera resistencia en otros sectores y ahí pueden entrar otros personajes, especialmente Roy”, menciona el politólogo Alejandro Echeverry.
“Barreras y Cristo son varones electorales en el país y pueden sumar más de un millón de votos, que no son nada despreciables en un escenario de segunda vuelta”, insiste Charry.
Por su parte, Rafael Castro, profesor del departamento de ciencia jurídica y política de la Universidad Javeriana, detalla que la importancia de Roy y Murillo no radica necesariamente en su aspiración presidencial, sino en el capital político y electoral que pueden transferir.
“En el caso de Roy, su estructura territorial, su capacidad de interlocución con distintos sectores y su habilidad tradicional para construir coaliciones pueden convertirse en un respaldo relevante para el candidato de la izquierda”, comenta.
Añade que “Murillo, por su parte, representa un progresismo institucional, moderado y con reconocimiento internacional, cuyo apoyo podría contribuir a fortalecer la narrativa de gobernabilidad y continuidad reformista que buscará proyectar el progresismo en 2026”.

Centro
¿Desaprovechando la oportunidad de alianzas?
En un país polarizado como Colombia, el centro se ha caracterizado por estar debilitado, pese a los intentos de figuras políticas por conquistar al electorado que está cansado de las confrontaciones.
Este año parece no ser la excepción, según coinciden las fuentes consultadas.
“La estrategia del centro ha sido presentarse como el espacio ‘que no es Petro ni Uribe’, pero esa definición por negación no se traduce en propuestas comprensibles ni atractivas. Una campaña electoral exige tomar posiciones, formular soluciones concretas y defenderlas con convicción”, dice el docente Rafael Castro.
Lo cierto es que Fajardo se ha negado a participar en una consulta, sea cual sea, pero también ha dejado la puerta abierta para que se pueda elegir un candidato de centro a través de una encuesta.
“De cara a una primera vuelta es poco probable que el centro logre tener una unidad. Está claro que cada candidato va hasta el final y no van a poder lograr pasar a la segunda vuelta”, señala Juan Camilo Vanegas, director de la Escuela de Gobierno de la Universidad San Buenaventura.
No obstante, anota que indiscutiblemente van a ser jugadores diferenciales que van a definir en qué va a quedar la segunda vuelta. “La fortaleza del centro político está más vinculada hacia qué vertiente van a apoyar para la segunda vuelta, derecha o izquierda, y eso podría favorecer la historia electoral de cara a la Presidencia”, insiste.
Por su lado, Claudia López ha criticado que Fajardo no quiera sumarse a una consulta entre sectores de centro, aclarando que ella está dispuesta a someter su nombre a consideración, igual que Juan Daniel Oviedo, mencionando que ese mecanismo sería interesante si el exgobernador de Antioquia se sumara.
En opinión de la politóloga María Alejandra Arboleda, “el centro está dividido a pesar de que tienen posibilidades reales de competirle a Iván Cepeda. Ojalá lograran unirse, sería interesante una alianza con la misma derecha para que llegue un gran frente a competir”.

Derecha
Las múltiples candidaturas que no se ponen de acuerdo
En medio de los desacuerdos que no permiten unir a la derecha en torno a una sola persona, las propuestas de encuestas y consultas han ido y venido sin lograr un buen recibimiento, dejando aún más disperso ese sector, a poco tiempo de la oficialización de la campaña.
Aunque al principio parecía que esa bandera la llevaría Abelardo de la Espriella, quien además hizo un llamado a unificar la derecha, y se vio un ‘coqueteo’ con el expresidente Álvaro Uribe, la idea perdió fuerza rápidamente cuando anunció que no participará en la consulta interpartidista de marzo.
“El hecho de que De la Espriella no se acoja a ese mecanismo hace que todos al final tengan que converger en su campaña o que abiertamente se opongan, lo que haría que la derecha llegue fragmentada a las elecciones”, indica el profesor Carlos Charry.
Ese escenario no parece ser el más conveniente para ese sector, ya que si se suman los resultados en recientes encuestas de todos los candidatos de derecha, el porcentaje total es cuatro o cinco puntos por encima de los de izquierda. Es decir que hay mayor favorabilidad de voto hacia la derecha en Colombia.
“La derecha está debilitada, ha tenido mucho resquebrajamiento y los candidatos propios de los partidos no han logrado tomar fuerza. Sin embargo, tiene un impulso fresco con la candidatura de Abelardo, que llega como un ‘outsider’ que representa el máximo extremo”, advierte Camilo Vanegas.
“No obstante, de acuerdo con sondeos, en una segunda vuelta entre Cepeda y De la Espriella, terminaría ganando el primero, por lo que es importante que todos los candidatos de derecha puedan agruparse en torno a una sola figura”, añade.
Esa idea intentó promoverla la precandidata Vicky Dávila, quien le manifestó en un mensaje a Uribe que “la unión nos haría inderrotables en una consulta en marzo y estoy lista para que demos esa lucha juntos”.
La sugerencia de la periodista no tuvo mayor eco y poco después el exministro de Defensa Juan Carlos Pinzón propuso realizar una encuesta entre sectores de derecha y centro derecha para escoger un candidato. La idea también fue ignorada.
Por parte del lado del Centro Democrático, el docente Rafael Castro dice que el partido enfrenta una crisis de identidad y de liderazgo que le impide proyectar una candidatura sólida.
“Las encuestas confirman que su discurso antipetrista ha perdido capacidad de seducción electoral. Se trata de un ‘anticomunismo zombie’, anclado en imaginarios de la Guerra Fría y en advertencias desgastadas sobre un supuesto camino hacia “volvernos Venezuela”, que hoy encuentra eco limitado en una sociedad más preocupada por la seguridad, el costo de vida y la precariedad laboral”, añade.
Es precisamente ese desgaste del uribismo el que le ha abierto la puerta a que De la Espriella se lleve los elogios en la precampaña y lo que parecería que le da el valor al abogado para no querer ‘montarse’ en una consulta interpartidista, sino lanzarse solo a enfrentar a Cepeda.
Finalmente, el politólogo Alejandro Echeverry dice que la derecha es el único sector que todavía no tiene claro quién puede ser un candidato que aglutine todos sus intereses. Podría ser Abelardo, dependiendo de cómo salga mediáticamente posterior a los ataques que seguramente le harán, o podría ser María Fernanda Cabal, que de alguna manera se ha sostenido en los últimos meses”.


Comunicadora social y periodista egresada de la Universidad Santiago de Cali, con diplomado en Comunicación Política. Escribo sobre política local, nacional e internacional.
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