Miguel Uribe Turbay, el político que soñó con un país reconciliado: su historia, tragedia y legado

Miguel Uribe Turbay nació en Bogotá el 28 de enero de 1986; nieto del expresidente Julio César Turbay Ayala y de Nidia Quintero, creció en una familia protagonista de la vida pública nacional.

Sin embargo, su infancia estuvo marcada por una tragedia que definiría su carácter: su madre, la periodista Diana Turbay, fue secuestrada por el cartel de Medellín y murió en 1991, durante un fallido operativo de rescate.

En una dolorosa coincidencia, su tío, Julio César Turbay Quintero, contó a los medios que Miguel tenía la misma edad que hoy tiene su hijo Alejandro: “Cuando a mi hermana Diana la mataron, Miguel tenía cuatro años. Hoy, su hijo, mi ahijado, también queda huérfano a los cuatro años. Es una doble tristeza y una coincidencia que hace más dolorosa esta situación”.

La pérdida de su madre y el ejemplo de su familia lo forjaron en un sentido de servicio público que, según su tío, estaba guiado por principios claros: “Creía en la paz, en la justicia, en la democracia, y trabajaba por consolidar esos principios”.

Formación y ascenso político

Abogado de la Universidad de los Andes, con maestría en Políticas Públicas y en Administración Pública en Harvard, Uribe Turbay inició su carrera política como concejal de Bogotá en 2012. Fue secretario de Gobierno de la ciudad y, en 2022, llegó al Senado por el Centro Democrático, siendo el más votado de las listas abiertas que llegaron ese año al Congreso (221.223 votos).

Sus posturas y estilo lo convirtieron en un contradictor recio, como lo describe la senadora Angélica Lozano, quien lo conoció en el Concejo de Bogotá, “fuimos recios contradictores, con opiniones distintas, pero también compartimos espacios insólitos, como una entrevista juntos en campaña por Rafael Pardo. En el Senado, en medio del proyecto de reforma laboral, nuestra última conversación, fue cálida y alegre. Por encima de cualquier diferencia política está la humanidad”, destacó la congresista.

El político y el ser humano

Más allá de la confrontación política, quienes lo conocieron resaltan su solidaridad y cercanía.

La senadora Norma Hurtado tiene muy presente cuando él estuvo apoyándola “en uno de los momentos más difíciles para mí, cuando vi amenazada la integridad de mi familia, Miguel fue de las primeras voces en expresarme apoyo. Me dijo que era momento de unirnos. Era un joven solidario, vehemente, con convicciones, un hombre que defendía la democracia y la libertad”.

El senador Esteban Quintero, era un amigo muy cercano a Uribe Turbay y lo despidió con un conmovedor mensaje en su cuenta de X: “Te mataron amigo del alma, mataron la ilusión, mataron la esperanza. Fuiste un luchador y siempre serás un ejemplo a seguir. Acompaño a tu familia y te aseguro que no estarán solos”

Familia y vida personal

En 2016, Uribe Turbay se casó con María Claudia Tarazona. En 2019, tuvieron un hijo, Alejandro, y Miguel asumió la paternidad afectiva de las tres hijas de su esposa: María, Emilia e Isabella, formando un hogar unido que, según sus allegados, era su mayor orgullo.

Pero la tragedia familiar se repitió el pasado 7 de junio de 2025, cuando fue víctima de un atentado durante un acto político en Bogotá. Tras más de dos meses hospitalizado en la Fundación Santa Fe de Bogotá, falleció ayer.

Miguel Uribe Turbay deja la imagen de un político joven que llevó sobre sus hombros el peso de una historia familiar marcada por el dolor, pero también la esperanza de un país reconciliado.

Entre el dolor y la determinación, encontró en la política un camino para defender la democracia, la libertad y la justicia, causas que abrazó hasta su último día.

Su esposa María Claudia lo despidió ayer con este mensaje: “Siempre serás el amor de mi vida, gracias por una vida llena de amor, gracias por ser un papá para las niñas y el mejor papá para Alejandro. Pido a Dios me muestre el camino para aprender a vivir sin ti, nuestro amor trasciende el plano físico”.