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Miyerlandi Torres, exsecretaria de Salud Municipal, y Deninson Mendoza, exgerente de Telemedellín. | Foto: Fotos: Aymer Andrés Álvarez / El País

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¿Las cartas del Alcalde?

Miyerlandi Torres, exsecretaria de Salud Municipal, y Deninson Mendoza, exgerente de Telemedellín, ya están recogiendo firmas para candidatizarse como posibles sucesores de Jorge Iván Ospina. Aunque la opinión pública tiene razones para asociarlos a él, ellos niegan tener su ‘bendición’.

4 de febrero de 2023 Por: Olga Lucía Criollo, editora de Poder

El País: ¿Por qué quiere ser alcalde(sa) de Cali?

Miyerlandi Torres (M.T.):  Nunca pensé ser candidata por elección popular, mi trabajo ha sido muy técnico. Llevo más de 20 años sirviéndole a los caleños desde diferentes instituciones, con resultados positivos. Manejar instituciones de salud cuando estaban en situación financiera de alto riesgo, sacarlas adelante, dejarlas acreditadas con hospitales nuevos y administrar la pandemia me convierte en experta en manejar crisis. La decisión de octubre era: renuncio o no, y empezamos un recorrido para hablar con los ciudadanos y saber qué tanta aceptación podría tener mi nombre para la Alcaldía y eso ha dado como resultado que un grupo de empresarios y de ciudadanos me dijeran: ‘hagamos el ejercicio’.

Deninson Mendoza (D.M.): Me he preparado académicamente para para este gran reto, soy especialista en gobierno y toda mi vida he soñado con ser alcalde. En todos los espacios donde he estado he ejercido el liderazgo y soy experto en innovación y creo en que hay que hacer las cosas diferentes y Cali eligió el cambio. Nosotros, en Independientes votamos por el cambio, creemos firmemente en las políticas que está implementando el presidente Petro y vamos a trabajar desde Cali para hacerlas realidad.

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El País: ¿Qué hacer para salvar el MÍO?

M.T.: Hay que trabajar por un sistema integrado público, no solo el MÍO, sino cómo se puede articular con todos los demás medios de transporte, que son una realidad aquí. Sobre el Acuerdo 180, que estamos debatiendo, primero necesitamos conocer cuáles serán las inversiones de ese empréstito, para saber si tiene forma de sacar adelante el MÍO. Segundo, ¿cuál es la sostenibilidad de esa inversión y si saca del riesgo financiero a ese transporte? y, tercero, conocer el plan financiero a mediano y a largo plazo, porque de eso depende la capacidad que tendrá la próxima alcaldesa de Cali para invertir en lo social y en la infraestructura que tanto necesitan nuestra ciudad.

D.M.: Haber tomado el MÍO con los buses articulados y las estaciones a las que se les ha invertido mucha plata fue una decisión mala desde el principio. Si a Metrocali la van a liquidar, creamos otra empresa; el problema es estructural: tenemos que quitar la exclusividad del servicio, teniendo en cuenta también al transporte público colectivo. Segundo, tenemos que soñar con el metro de Cali: ya está trazado, está en fase dos Cali-Jamundi, hay que hacer fase dos Yumbo-Cali y Palmira-Cali. Tercero, hay que hacer acuerdo con los operadores, porque el negocio fue muy mal hecho por el anterior Alcalde de Cali, que les entregó el pago por kilómetro recorrido. Las estaciones están vacías, pero sí ves los piratas llenos, que transportan 380.000 personas diarias y los 150.000 que se fueron a las motos.

El País: De llegar al CAM, ¿cómo espera combatir la delincuencia?

M.T.: La seguridad es un tema sombrilla que está afectando a toda la ciudadanía. La tasa de homicidios en Cali es la más alta de las ciudades capitales y el 2022 tuvimos más de 24.000 hurtos reportados y por estos dos indicadores la percepción de inseguridad está en crisis. ¿De qué depende la seguridad ciudadana?: primero, de los temas de prevención, que son fundamentales; segundo, la Fuerza Pública, y tercero, unir lo que es la parte judicial y la parte de inteligencia. ¿Y a qué me refiero con prevención?: si no trabajamos en primera infancia, en madres cabeza de hogar, en el futuro vamos a tener más delincuencia de la que tenemos el día de hoy.

D.M.: Nosotros creemos firmemente en la vida como el eje fundamental de la sociedad, creemos que todas las vidas valen, queremos que los muertos en Cali dejen de ser indicadores. En Independientes hemos hecho ya estas acciones en otras ciudades y una de las maneras es ponerle precio a la vida de todos: dar recompensas desde lo público para que valga más dar el nombre de quien asesinó, que ir a cometer el asesinato, y se ha disminuido la tasa hasta el 50 %, pero nunca es suficiente, y la segunda tarea que trabajaremos es la educación, para que los niños dejen de ser instrumentalizados en la violencia. Sin tecnología esto no va a pasar y hoy en Cali hay 500 cámaras, y con el Ministerio del Interior hay que trabajar para que haya acceso a la justicia.

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El País: ¿Usted es el (la) candidato(a) de Jorge Iván Ospina?

M.T.: Fui secretaria de Salud del Alcalde. Le agradezco por la oportunidad que me dio, puesto que gracias a eso pude demostrar mi capacidad de trabajo, pude administrar la pandemia y pude prestar un servicio a la comunidad. Sin embargo, así mismo he trabajado en los gobiernos de Guerrero y de Armitage, de tal manera que lo que me ha traído aquí son los resultados que he tenido en las diferentes empresas donde he estado, en las cuales, como ya lo mencioné, me he convertido en experta en crisis, y llego a la Secretaría de Salud y me toca administrar la crisis más grande que ha tenido la humanidad, así que es el resultado del trabajo. No creo que a uno lo tengan que juzgar por el trabajo que ha hecho el jefe o por cómo trabaja o cómo funciona su jefe y que por eso lo puedan enmarcar como si fuera de esta persona. Discrepo de muchas de las decisiones que se han tomado y ahora soy una persona que está recogiendo firmas y espero llegar a la Alcaldía de Cali con un grupo ciudadano y con el apoyo de la ciudadanía.

D.M.: Soy orgullosamente independiente, no tengo jefes ni partidos políticos. Venimos a instalar este movimiento, que es nacional y acompañó al presidente Gustavo Petro, y creemos que el próximo Alcalde tiene que tener una sinergia con el Gobierno Nacional. Yo nunca he votado por Ospina, no tengo ningún acuerdo político con Ospina, no he sido secretario de Ospina bajo ningún acuerdo político. No soy amigo de él. Me dicen que soy el candidato de Ospina porque no le doy duro, pero mi campaña no se fomenta en hablar mal de nadie. Cali está tan rota, que si seguimos dándole a Ospina, no vamos a avanzar. Veo a candidatos empecinados dándole al Alcalde, y él no se ayuda tampoco.


El País: ¿Acepta que su jefa política es la exgobernadora Dilian Francisca Toro?

M.T.: No, ella no es mi jefe política. Si tuviera el Partido de la U apoyándome, no tendría necesidad de estar recogiendo firmas. Admiro mucho a la doctora Dilian, es una mujer líder, que ha sobresalido en el medio político, que no es sencillo, y que ha hecho muchísimo trabajo por la región. Sin embargo, en este momento mi apuesta es por firmas, es una apuesta ciudadana y espero que los partidos políticos, en un futuro, me puedan apoyar para ser la primera Alcaldesa de Cali.

El País: ¿Entonces su jefe político es el alcalde de Medellín, Daniel Quintero, sí o no?

D.M.: No, no es mi jefe político.

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El País: ¿Cómo piensa recuperar la cultura ciudadana entre los caleños?

M.T.: Voy a utilizar una expresión: con rejo y zanahoria. Toca educar, acompañar, estar en los territorios, diseñar estrategias, pero también el ejmplo, los comparendos: ¿qué pasa aquí?. Lo que sea necesario para que en Cali volvamos a tener un orden.

Después de la pandemia y del estallido social quedamos más egoístas, pensando cada uno en sí mismo sin importar el otro, en cómo llevamos la moto por el andén; no respetamos los semáforos, las basuras en las esquinas, entonces esto es con enseñanza, pedagogía, persistencia, presencia, y también la mano dura, porque, si no lo hacemos de esta manera, va a parecer que seguimos en una anarquía y sin ley sin orden, así que mucho amor, pero también mucho trabajo y presencia en las calles.

D.M.: Nadie quiere lo que no siente propio, Cali es una ciudad de migrantes. Yo nací en Cali, mis papás nacieron en Cali, y eso hace parte del principio de llegar a un sitio y sentirlo propio. Segundo, los últimos tres alcaldes de Cali dejaron la ciudad muy fea. No es solamente echarle el agua sucia a Ospina. Armitage tampoco hizo una tarea buena por Cali y el doctor Guerrero, tampoco. No invirtieron en la malla vial, hicieron puentes que no terminaron de entregar. Creo que tenemos que trabajar muchísimo en embellecer la ciudad, en que Cali no tenga huecos. Por eso digo sí al proyecto de acuerdo 180, que traiga $200 mil millones para que sigamos invirtiendo en la malla vial. Yo quiero que mi Cali esté iluminada, Cali es una ciudad oscura y eso también genera inseguridad. Cuando vos tenés algo feo, no lo querés. Y también la anomia social de verdad se vive y esta anarquía es porque la gente como que no quiere al papá, es que al papá nadie lo respeta, ni a los tíos, porque a los policías los maltratan y al guarda de Tránsito, a los secretarios nadie los respeta. O sea, Cali necesita un alcalde que la gente lo sienta como propio y lo quiera y tenga un respeto por lo que significa ser alcalde de la ciudad. Yo, desde que tengo uso de razón, me he soñado con administrar mi ciudad. Tomé la decisión de que mis hijos nacieran en Cali y estudiaran en Cali, teniendo la posibilidad de haberme ido para otra ciudad, pero lo hago con mucho amor, porque creo que Cali va a ser la mejor ciudad para vivir en América Latina. Pero eso lo hacemos entre todos. La cultura ciudadana se hace con obras y con amor: el metro va a cambiar la historia de Cali.

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