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El primer acto de Gobierno que Iván Duque cumplió el 7 de agosto de 2018, como nuevo presidente de Colombia, fue posesionar a los ministros que lo han acompañado desde entonces. Pese a las críticas sobre la gestión de algunos de ellos, todavía no habrá cambios, dicen los expertos. | Foto: Colprensa / El País

CANCILLERÍA

El primer revolcón ministerial de Duque, más lejos de lo que muchos creen

Aunque tienen claro que los cambios en el gabinete serán a cuentagotas, analistas consideran que, cuando se den, deberá buscar personas menos técnicas y más cercanas a la gente.

10 de febrero de 2019 Por: Por Argemiro Piñeros Moreno /&nbsp; Colprensa<br>

Hace poco más de 30 años, cuando en Colombia la política se movía en el eterno bipartidismo (liberales y conservadores), era común que, cada cierto tiempo, el Presidente de la República de turno pidiera la renuncia protocolaria de todos sus ministros para poder renovar su equipo y cumplirles a los diversos sectores que le apoyaban.

Sin embargo, en los gobiernos de Andrés Pastrana, Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos no fueron comunes los cambios masivos de ministros. Las salidas, en la mayoría de los casos, fueron a cuenta gota, en una clara tendencia a no aceptar que se habían cometido errores para no darle chance a la oposición de que los criticaran.


Iván Duque ya dio muestras de que seguirá por esa línea. En una entrevista que dio esta semana al portal TNN Noticias, el Mandatario fue claro en que no le importa el partido político de sus ministros, pero también precisó que no tiene afán de cambiarlos. Incluso, en clara referencia a su antecesor, cuestionó la reiterada rotación que tuvieron carteras como la de Minas y Energía.

“Hemos buscado las mejores personas, yo nunca le pregunto a los ministros cuál es su filiación política; si la tienen, se las respeto. Lo importante es que sean personas competentes y al servicio de Colombia. Tenemos un gran gabinete, personas que están dando lo mejor por Colombia y el país necesita estabilidad en esas posiciones, los últimos años vimos más de seis ministros de Minas, seis ministros en carteras como Transporte, Comercio, Ambiente, Justicia, muchísima movilidad. La permanencia de personas competentes en los cargos es importante para hacer una administración pública eficiente”, argumentó.

El conservador Juan Diego Gómez, quien según los acuerdos políticos sería el presidente del Senado en el 2021, dice que es claro que el Jefe de Estado es autónomo para escoger a sus ministros, pero sí considera que en el momento en que lleguen nuevos colaboradores deberían ser no tan técnicos sino ampliamente conocedores del manejo del Congreso.

Hasta ahora, el canciller Carlos Holmes Trujillo ha sido el ministro mejor calificado del Gobierno Duque, especialmente por lo actuado frente a Venezuela.

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“El Presidente tiene la discrecionalidad de definir quiénes serán sus nuevos ministros. Deberá preocuparse por el perfil, debe ser académico y técnico y que sepan cómo es el funcionamiento del Congreso, que tengan claro cómo sacar adelante los proyectos y que conozcan cómo funciona el Congreso de la República, tanto la Cámara como el Senado”, señala.

Además, recuerda que durante el primer semestre de la Administración Du que no le fue muy bien a las titulares de las carteras de Justicia, Gloria María Borrero, y de las TIC, Silvia Constain.

“Ya supimos y conocimos en los meses anteriores cómo la Ministra de Justicia tuvo algunos traspiés y lo mismo la de las TIC. Por eso, ese perfil debe ser ejecutivo, académico, pero con sensibilidad política”, acota.

De igual forma, los expertos recuerdan que en su momento el jefe de la cartera de Hacienda, Alberto Carrasquilla, fue muy cuestionado por los llamados ‘Bonos de Agua’ y algunas de las propuestas contenidas en la Ley de Financiamiento, al tiempo que otros han cuestionado la figura de Nancy Patricia Gutiérrez, ministra del Interior, como responsable del manejo de las relaciones entre la Casa de Nariño y el Poder Legislativo.

Un conocedor de cómo es el trabajo de un ministro, tanto desde lo específico de cada cartera como en la relación con el Congreso de la República, es Héctor Olimpo Espinosa, quien al cierre del Gobierno Santos ejerció como viceministro del Interior.

Asegura que en el momento en que el actual Jefe de Estado renueve su equipo, los perfiles de los nuevos integrantes del gabinete lleven tener una mezcla de varias cosas.

“Los ministros tienen que tener esa combinación de un amplio bagaje técnico y un altísimo nivel de formación, pero también experiencia sobre los asuntos de la política pública. Lo anterior unido a mucha cercanía con la gente, porque hay procesos o problemáticas que no se pueden comprender desde el escritorio sino desde el contacto con la gente”, explica.

Para él, esa combinación es el perfil de un ministro ideal y cualquier cambio que se pretenda hacer en el gabinete deberá cumplir con esos requisitos.

Espinosa insiste en que la nueva etapa del Gobierno Duque requiere mucha sensibilidad política, que debe ir de la mano de la sensibilidad social.

El año pasado, el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, salió fortalecido de un debate de control político al que lo citó el senador Jorge Robledo.

Hay que arriesgar

Una visión diferente da el analista John Mario González, quien estima que el actual Mandatario debería apostar por llevar al Poder Ejecutivo a algunos de sus contrincantes en las pasadas elecciones, como el caso del exjefe negociador del Gobierno con las Farc Humberto de la Calle.

También mencionó al mismo Germán Vargas Lleras, quien esta semana de tajo desechó, por ahora, esa posibilidad, anunciando que sus congresistas sí podrán relacionarse con el Gobierno pero que él se mantendrá lejano a Duque.

“El perfil deberá estar ajustado a las necesidades políticas que tenga en el momento en que haga el cambio. Si el Gobierno sigue subestimando el papel del Congreso, es decir la estrategia que tiene ahora, la podrá mantener hasta junio. En este caso no importa el perfil y hace lo que quiera. En caso de buscar mejorar la relación con el Congreso, sin duda el perfil ideal será de ministros de mayor peso político, de mayor reconocimiento nacional y que tengan mayor capacidad de interlocución con el Congreso y que le den al Gobierno mayor figuración ante la opinión y legitimidad”, comenta González.

Asegura que si llega algún ministro que tenga pasado electoral, es decir que ya haya puesto su nombre a consideración de las urnas, “no debe tener un pasado electoral cuestionado, debe haber tenido una gran convocatoria”.

El senador John Harold Suárez, de la bancada del Centro Democrático, se refiere al tema a partir de su experiencia como alcalde de Buga, asegurando que si bien es un municipio, la comparación es válida en cuanto a que implica el manejo de una administración.

“Son tres aspectos fundamentales los que debe tener un ministro: Uno, conocimiento en la materia, eso se llama idoneidad; dos, alto nivel de sensibilidad y sentido social, porque van a tomar decisiones, y tres, nivel de concertación con la clase política”, sostiene Súarez, quien apoyó decididamente a Iván Duque durante la campaña presidencial.

Para el senador vallecaucano, esa concertación no se debe entender como que si un ministro habla con un congresista es porque le esté dando ‘mermelada’. “Se ha desdibujado la razón del congresista con el tal tema de la ‘mermelada’ y entonces usted no puede ir a asomarse a un ministerio porque es malo. El ministro debe entender y valorar lo que es la política social, que la representamos los congresistas”.

Frente a cuándo será el momento del relevo, Suárez estima que muy seguramente el Jefe de Estado esperará a cumplir su primer año de mandato para ir haciendo relevos en sus funcionarios de primera mano.
Lo cierto es que por ahora, y pese a las críticas y a la insistencia de amigos y detractores, parece que no habrá cambios en el gabinete que se posesionó el 7 de agosto del año pasado.

Malos pasos

- La ministra de Justicia, Gloria Borrero, ha estado por lo menos dos veces en el ojo del huracán.

- La primera fue en diciembre, cuando el Gobierno tuvo que retirar del Congreso el proyecto de reforma a la justicia, debido al escaso apoyó que logró sumar allí.

- La segunda fue hace poco, cuando se supo que la carta que ese Ministerio debía enviar a EE. UU. pidiendo las pruebas contra ‘Jesús Santrich’ no había llegado a su destino.

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