El caleño que busca la Presidencia de Colombia; es abogado y defensor de los migrantes

La lista de precandidatos a la Presidencia de Colombia es bastante larga, son cerca 80 personas, muchas de ellas conocidas en el ámbito de la política.

Sin embargo, hay otras que no están en el radar de los colombianos, pero que quieren tener su chance en la política.

Uno de ellos es el caleño Cristhian Mancera Mejía, un abogado reconocido por su trabajo con los migrantes y que aunque está radicado en Estados Unidos, viene mucho al país en su tarea de apoyar a quienes han salido o están por salir del territorio.

Mancera es presidente del Concejo del Distrito 11 de Miami-Dade y fundador de la red internacional Servicolex, dedicada a la defensa de migrantes. Con formación en Derecho en Colombia y EE.UU., ha sido candidato al Congreso de Colombia y líder de iniciativas comunitarias en Miami-Dade. También ha promovido audiencias en el Senado sobre migración y remesas, y fundado proyectos como Latribunacolus.com y United Languages and Media Group.

El precandidato habló con El País y expuso sus motivos para entrar en la contienda electoral del 2026.

¿Por qué se le mide a una precandidatura presidencial que hoy tiene tantos aspirantes y siendo una persona poco conocida?

Aunque no soy tan conocido, creo que mi hoja de vida, la trayectoria y el trabajo que se ha venido haciendo, en los últimos 10 o 15 años, es bastante importante, sobre todo, en el trabajo comunitario, conociendo de cerca las regiones, a través de las experiencias de los migrantes colombianos con los cuales hemos podido entender las fallas del Estado colombiano y, desde ahí, hemos tenido la iniciativa de aspirar a esta precandidatura a la presidencia porque creemos que Colombia merece un liderazgo diferente.

Si usted observa las personas que están en el top cinco o top 10 de las preferencias, se trata de personas que han estado en los diferentes gobiernos, de los últimos 40 años, y por acción o por omisión, han sido parte de procesos fallidos con grupos al margen de la ley que han generado grandes éxodos de colombianos al exterior, y hoy por hoy también vemos en el actual gobierno, lo que ha significado la paz total y el colapso de algunas regiones ante ciertos grupos armados.

La razón fundamental es que creo que soy capaz de construir un país diferente, desde esa visión de afuera, desde la visión migrante porque es la visión de colombianos que siguen siendo colombianos que quieren volver a su país, que quieren aportarle a su país.

¿Qué tipo de apoyo tendría usted o cómo está planteando esta precandidatura?

En este momento estamos básicamente con apoyos de empresarios, pero también con el apoyo propio porque esta precampaña la estamos haciendo con insumos de la gente, con el apoyo popular de algunos sectores que nos han sugerido que hagamos este ejercicio.

Creo que el llamado es puntual, siempre la comunidad migrante es olvidada, metida en un closet y solo se le busca en tiempo electoral, nunca se le cumple, se piden los votos, sin embargo, es una comunidad que aporta más de US$12.000 millones al año en tema de remesas y no tiene representación y, por ende, debe haber un precandidato de la diáspora y de los migrantes en el escenario político colombiano y esos mismos migrantes, esos mismos colombianos están apoyando decididamente esta campaña y este esfuerzo de llegar a hacer una alternativa.

Estamos en el proceso también de buscar el aval de un partido que nos apoye para realmente llegar a marzo con una posibilidad y por qué no pelear una primera vuelta, pero claramente esa comunidad migrante está respaldando esta iniciativa, porque nuestra voz debe ser tenida en cuenta en este ejercicio político.

¿Usted no vive en Colombia, por qué incursionar en un mundo político tan duro?

Cuando usted analiza los números, tenemos alrededor de 6,5 millones de colombianos que se han ido del país. Todos radicados en diferentes lugares del mundo. Yo me encuentro en una zona de Estados Unidos en donde hay alrededor de 1.250.000 colombianos.

Eso no más es un número importante de colombianos que se han ido porque las condiciones de seguridad en el país no han sido las óptimas, han sido extorsionados, secuestrados, boleteados, el Estado ha sido incapaz de garantizar seguridad en ciertas zonas del país, entonces sus negocios han fracasado o han quebrado.

Entonces, yo le podría enumerar una cantidad de escenarios en donde ese departamento que está por fuera merece toda la atención y la representación. Yo no me he ido del país, yo sigo viniendo al país, me la paso constantemente yendo a las regiones por mi ejercicio profesional como abogado y también como empresario, y estoy constantemente en conexión con la gente.

He conocido las historias de la gente del Atlántico que han tenido que irse, por ejemplo, por el crecimiento del clan del Golfo. También le puedo hablar de toda la zona del Catatumbo que también ha generado que la gente tenga que emigrar. Lo que ha pasado en el suroccidente del país, por ejemplo, con la zona de Buenaventura y Tumaco y todo el litoral Pacífico en donde hay una gran influencia de grupos armados que están atormentando a las poblaciones.

¿Cómo usted plantea cambiar el país, cuál es su principal propuesta?

La seguridad es un tema clave, pero cómo lo vamos a abordar desde mi perspectiva. Vamos a abordarlo bajo el imperio de la ley y la Constitución y buscando dar herramientas, no solamente a los jueces, sino también a la Policía para que puedan hacer efectiva el uso de la justicia y que el colombiano de a pie realmente vea que su Policía hace una captura que finalmente una persona es judicializada y que finalmente esa persona termina encarcelada.

Nos toca fortalecer también el sistema para efectos de que, si una persona es puesta bajo una medida privativa de la libertad, pague cárcel con condiciones humanas para que esa persona pueda estar allí y pueda purgar su pena. Creo que el sistema colombiano se ha vuelto inoperante en ese aspecto.

Tenemos un sistema penal acusatorio que no opera en el favor de la ciudadanía colombiana; necesitamos un sistema que sea mucho más efectivo a la hora de no brindar tanta garantía al criminal, sino brindar garantías a la comunidad y al Estado para poder someter a los violentos ante la ley.

Una vez logremos fortalecer ese aspecto, vamos a poder fortalecer también la seguridad en las comunidades, en las calles, que la Policía tenga todas las herramientas tecnológicas para garantizar que pueda llegar a identificar los delincuentes y que los actos que se cometen a diario en Colombia no queden en la impunidad.

¿Y qué otros temas considera que son claves para cambiar a Colombia?

Hay un tema que me parece importante y es la educación. No solamente que todo el mundo tenga acceso, sino la calidad. Nosotros tenemos que garantizar que todo el país sea bilingüe o que al menos el colombiano de a pie hasta el colombiano de estrato 6 tenga la posibilidad de ser bilingüe, sea inglés, francés o alemán, que son hablados a nivel mundial, que eso garantiza que el colombiano tenga una posibilidad de competir primero que todo.

¿Usted qué piensa de candidatos como Abelardo de La Espriella o Vicky Dávila?

Pienso que son producto del vacío que hay de liderazgo. Son personas respetables que tienen un ejercicio profesional destacado, pero pienso que el país necesita una visión clara y es la que represento yo.

Queremos un país que garantice los derechos de todos sus ciudadanos sin importar su modo de pensar. Yo diría que Colombia debe garantizar tres temas: uno, es la seguridad como política de Estado; dos, que el que llegue a la Presidencia, por ejemplo, no llegue borrando las cosas buenas que hizo el anterior para que le demos continuidad a los procesos que sí son positivos; y tres, que finalmente eliminar esa cultura del odio y del resentimiento.