Daniel Quintero habló en Cali de constituyente, el congreso y fotomultas: “Si es para hacer pequeños cambios, no voten por mí”

El precandidato presidencial Daniel Quintero visitó esta semana Cali, ciudad que para él es la capital del progresismo.

En entrevista con El País, el exalcalde de Medellín habló sobre la constituyente, el Congreso, que considera debe cambiarse totalmente, y de temas polémicos como las fotomultas.

¿Qué tiene Cali que los precandidatos están visitando mucho la ciudad?

Yo creo que no solo de cara a las elecciones. Cali es una potencia por desarrollar. Es la ciudad más grande cercana a nuestro Pacífico. Si pensamos que Colombia debe dar un paso contundente hacia la ruta de la seda y reconocer que no tiene un océano, sino dos (ni China tiene dos océanos), debe empezar a mirar mucho más a Cali y a las infraestructuras que permitan desatar el potencial del Pacífico.

Esto incluye profundizar el canal de Buenaventura para recibir buques de mayor calado, la vía Mulaló–Loboguerrero y otros proyectos que pueden convertirse en excusa para impulsar un crecimiento natural en una región con 2,5 millones de habitantes y mucho potencial.

A veces es fácil hablar de lo que se haría, pero lo difícil es lograrlo, ¿qué lo diferencia?

Yo no hablo con sueños, hablo con hechos. Goberné Medellín, una ciudad que tenía índices de homicidios similares a los actuales de Cali. La dejamos como la más pacífica del país. Bajamos el desempleo del 14 % al 7 %, entregamos computadores a cada niño, y fue la alcaldía con mayor ejecución del país, todo mientras reducíamos 20 % el indicador de endeudamiento.

Soy ingeniero electrónico, algo que nunca se había visto en Medellín ni en la política nacional. Creo que la tecnología va a transformar todo: industrias, sectores, disciplinas, incluso la concepción del ser humano. Pero también tiene que transformar al Estado. Yo no quiero gobernar lo que hay, sino cambiar el gobierno, y por eso hablo de constituyente. Este país no lo arregla un presidente gobernando con las mismas reglas y el mismo Congreso, que parece más una banda criminal dedicada a la extorsión.

Usted mencionaba cifras positivas de su alcaldía en Medellín, pero hay mucha gente que no lo quiere. ¿Qué pasó ahí?

Hay gente que me quiere mucho, pero también toqué intereses poderosos. En Hidroituango, por ejemplo, estaban en juego $15 billones en el caso de corrupción más grande de Colombia. La justicia estaba controlada para garantizar impunidad, pero aún así demandamos. Eso generó enemigos en la política y en los medios. Sabía que sería una pelea de por vida, pero hacer lo contrario era faltar a mis principios.

Algunos fueron tocados en sus intereses y otros engañados, pero lo que ha pasado en los últimos meses ha demostrado que teníamos razón.

Usted también menciona la constituyente, ¿insistiría en esa propuesta?

Las constituciones deben medirse por resultados. La del 91 no resolvió la miseria: cinco millones de colombianos están por debajo de la línea de pobreza extrema, con problemas de nutrición que terminan saturando el sistema de salud.

Todos los problemas están conectados: salud, empleo, economía. Por eso no basta con reformas aisladas, necesitamos cambiar las reglas. Seguramente avanzaríamos hacia un país más federalista, donde las regiones tengan autonomía real y los recursos de cada territorio beneficien al territorio.

Todo eso requiere un cambio de fondo. Por eso le digo a la gente: si es para pequeños cambios, no voten por mí. Si es para mantener lo mismo, no voten por mí. Si es para defender esta institucionalidad que ahoga a los colombianos con notarías, cámaras de comercio, fotomultas, no voten por mí. Para eso están Abelardo de la Espriella o Vicky.

Surgió una nueva investigación contra usted, ¿esto afectará su campaña?

De ninguna manera. Todo el país sabe que a mí me han tratado de sacar del camino a la Presidencia de todas las formas posibles. Planes para matarme, y montajes jurídicos sin fondo, todo con el objetivo de sacarme del camino a la Presidencia porque saben que soy el único que puede ganar las elecciones y resetear la política corrupta de este país.

Mi familia ha sido perseguida porque no encontraron nada en mi contra. Me investigaron, me persiguieron judicialmente y hasta mandaron cartas para sacar a mis hijas del colegio. También persiguieron a mi hermano, revisaron todas sus cuentas, pero él nunca se metió en mis gestiones públicas y está tranquilo.

El sector productivo se ha visto distante del Presidente. ¿Usted mantendría esa tendencia?

El sector productivo no es la Andi. Ese gremio se dedicó a hacer política contra el presidente. El presidente de la Andi, Bruce Mac Master, tiene una postura agresiva contra el Presidente. Eso no está bien. ¿A quiénes les ha ido bien? A los empresarios decentes y leales, que son el 99.99 %.

El consumo de los hogares crece, la inflación bajó y el dólar está en $ 3900. Colombia está pasando de ser una economía de commodities a una de productos y servicios. Este país tiene todo para crecer, pero hay que alinearnos y resetear lo que está mal.

El próximo gobierno enfrentará una crisis fiscal. ¿Cuál es su plan?

A Petro le tocó pagar la deuda del Covid y subsidios heredados de Duque por más de $40 billones. Eso explica la falta de recursos. Además, no le dejaron a este Gobierno hacer una ley de financiamiento.

Soy partidario de reducir el impuesto de renta, pero con consideraciones para quienes no pagan impuesto, porque evadirlo es robarle a Colombia.

Me pregunto por qué, si es necesaria, no la dejaron hacer a Petro. Hace dos años se sabe que se necesita una ley de financiamiento por qué el Centro Democrático y el uribismo se han opuesto.

El presupuesto está desfinanciado y por eso se hacen leyes para financiarlo. Pero aquí no, porque hay intereses de que al Presidente no le vaya bien. Hay gente que prefiere quemar el país a que se demuestre la tesis de que gobernando para la gente, al país le va mejor.

¿Ha mencionado varias veces las fotomultas, cree que deben acabarse?

Primero, el valor de las multas es expropiatorio. Cobrar $1 millón por multas a una moto que vale $2 millones es quitarle la moto, un castigo de clase. El impuesto está hecho para que la gente humilde no se movilice.

Segundo, los recursos de las fotomultas que son cientos de miles, no van a los municipios, sino que el 68% termina en manos privadas, incluso empresas extranjeras.

¿Cuál es su situación frente al Pacto Histórico?

Soy candidato del Pacto Histórico en la consulta del 26 de octubre, que elegirá al candidato único para enfrentar al uribismo. Aspiro a construir un proyecto victorioso capaz de ganar en primera vuelta.