Reclamos justos

Por años, los vecinos del barrio El Lido han reclamado de las autoridades municipales que protejan su vecindario de los perjuicios que les está causando la presencia de una caseta donde se realizan espectáculos musicales de manera permanente.

Bajo múltiples pretextos, la administración municipal se ha negado a escuchar ese reclamo, otorgando permisos que redundan en más quejas.

Al ruido insoportable hasta altas horas de la noche se suma la invasión de las calles y las aceras que se convierten en parqueaderos, así como la inseguridad que afecta la zona.

Esos hechos son posibles porque el Gobierno Municipal otorga los permisos de funcionamiento, pese a que, como lo han demostrado los vecinos en innumerables oportunidades, el ruido y el desorden atentan contra la tranquilidad de las familias que allí habitan y destruyen la convivencia.

Y no se trata de que “la gente no posibilite el desarrollo de una agenda cultural, cuando es necesario tenerla”, como responde el Alcalde de la ciudad a las solicitudes de los vecinos de la carpa para que se regulen eventos como el concierto de rock que se realizará el próximo 19 de marzo.

Es hacer lo necesario para que la música y la diversión tengan unos espacios adecuados en la ciudad sin que se desconozca el derecho a la tranquilidad de los barrios residenciales de Cali.