Que viva la Filarmónica

La Orquesta Filarmónica de Cali es patrimonio de la ciudad y hace parte de su identidad cultural.

Es así desde su creación, impulsada hace 80 años por el maestro Antonio María Valencia, y continúa siéndolo hoy de la mano de sus directores, profesionales y de los estudiantes de música que tienen en ella una oportunidad para completar su formación.

Cada año la Filarmónica realiza cien conciertos, la mayoría gratuitos, y llega a todos los públicos brindándoles la posibilidad de acercarse a la cultura musical, conocerla y disfrutarla.

Por ello mantenerla viva no es ningún lujo y preservarla debe ser el propósito de la ciudad y de la región.

Como ocurrió hace un par de décadas, cuando Proartes salió en su rescate, asumió la administración e hizo un esfuerzo para mantenerla viva, hoy la Filarmónica atraviesa por una crisis económica y se piensa en ponerle punto final.

Los aportes que recibe son cada vez más escasos, no alcanzan para cubrir los gastos, pagarles a los músicos y realizar la logística que implica cada concierto.

Es el momento de hacer un llamado a la solidaridad para salvar la Orquesta, de pedirles al Municipio y a la Nación que incrementen el presupuesto que le destinan, y también a las empresas locales para que ayuden a mantenerla viva.

La Filarmónica es orgullo de caleños y vallecaucanos, hace parte de nuestra cultura, cuando ella suena refleja lo que somos, nuestra música y la alegría que nos caracteriza.

Razones todas para apoyarla, aportarle y salvarla.