Qué pasa en EPM

Empresas Públicas de Medellín, EPM, tiene una historia de credibilidad, solidez y autonomía, que la ha hecho respetable e importante para los antioqueños y para Colombia.

Desde hace un año, sin embargo, y coincidiendo con la llegada del actual alcalde, se han sucedido hechos que amenazan la estabilidad de la empresa y hacen temer que la que fue modelo de independencia y gobierno corporativo ahora se convierta en un fortín politiquero y clientelista.

Primero fue la renuncia de los integrantes de su junta directiva, sucedida el año pasado por diferencias con el entonces gerente a quien señalaron de estar a las órdenes de la administración municipal.

Ahora es la salida del gerente, quien se fue a pedido del Alcalde de Medellín y ha denunciado la interferencia que éste habría hecho en EPM a través de su secretaria privada.

Es cierto que el Alcalde puede nombrar y renovar a quien considere en las empresas públicas de su ciudad.

Pero por lo que está sucediendo pareciera que buscara convertirlas en un apéndice de su despacho, como lo dijo en su editorial del martes el periódico El Colombiano.

La situación es grave y afecta la estabilidad de una de las más grandes generadoras de energía en Colombia que debe resolver los problemas que le ha dejado Hidroituango.

EPM debe recuperar la autonomía y el modelo corporativo que respetando su calidad de empresa pública le ha llevado a ser una de las empresas de servicios más importantes en Colombia y en Latinoamérica.