Profesión peligro

Hacer periodismo en México se ha convertido en una de las profesiones más peligrosas, como sucedió también en Colombia.

En los primeros meses de este 2022 han sido asesinados ocho reporteros, el más reciente de ellos Armando Linares, director del portal Monitor Michoacán, quien había denunciado amenazas en contra suya y de su equipo por reportar actos de corrupción.

El mundo no puede ser indiferente a lo que sucede con la prensa en ese país, donde incluso el presidente Andrés Manuel López Obrador ha emprendido una campaña en contra de los periodistas que se atreven a críticar su gobierno o su entorno.

Es como si en México no se pudiera denunciar, porque quienes lo hacen arriesgan su existencia.

Y los grandes aliados de quienes comenten esos crímenes surgen de la corrupción y la impunidad.

Desde el año 2000 han sido asesinados 150 periodistas, según cifras de la organización Reporteros sin Fronteras.

De esos casos son contados los que se han podido esclarecer, porque la constante es que nunca se logra conocer quién ordena asesinar a los periodistas mientras son contadas las excepciones en que se castiga a los autores intelectuales.

Al periodismo en México hay que protegerlo y garantizar su libre ejercicio para que cumpla con su deber de informar y a la vez se respete el derecho que tienen los mexicanos de saber qué sucede en su país.