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Otra tragedia

Pero sus acciones reabren el debate de siempre sobre la facilidad para adquirir armas en Estados Unidos y la poca efectividad de los controles y restricciones para evitar que asesinos o perturbados mentales como...

3 de junio de 2019 Por: Editorial .

Otra masacre provocada por un hombre armado y una nueva tragedia que enluta a Estados Unidos.

Esta vez fue en la alcaldías municipales de Virginia Beach, en el estado de Virginia, donde 13 personas incluido el atacante murieron el viernes anterior.

Tal vez nunca se sabrán las razones por las cuales el asesino Dewayne Craddock decidió atacar a quienes trabajaban en la oficina para la cual laboró durante 15 años y a donde renunció horas antes del tiroteo.

Pero sus acciones reabren el debate de siempre sobre la facilidad para adquirir armas en Estados Unidos y la poca efectividad de los controles y restricciones para evitar que asesinos o perturbados mentales como Craddock se hagan a ellas.

Por ello se seguirán produciendo ataques a escuelas, centros comerciales, conciertos, en la calle o en las oficinas.

Mientras tanto las decisiones que la mayoría de los estadounidenses esperan no llegan, porque la presión de toda clase para mantener vigente después de casi dos siglos la segunda enmienda, que permite adquirir y portar armas bajo el pretexto del derecho a protegerse, sigue siendo más efectiva que la realidad de las tragedias que con ello se provoca.

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