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No al incumplimiento

Han pasado tres años desde la avalancha que arrasó con Mocoa y es poco el avance en la reconstrucción del municipio o en las obras de mitigación necesarias para evitar un nuevo desbordamiento de los tres ríos que lo rodean.

18 de mayo de 2020 Por: Editorial .

Han pasado tres años desde la avalancha que arrasó con Mocoa y es poco el avance en la reconstrucción del municipio o en las obras de mitigación necesarias para evitar un nuevo desbordamiento de los tres ríos que lo rodean.

Cuando se conoció la tragedia, el entonces presidente Juan Manuel Santos se desplazó junto a su equipo de gobierno hasta la capital del Putumayo.

En medio del desastre manifestó su compromiso de atender a los damnificados, realizar en el menor tiempo posible la recuperación de las zonas devastadas y realizar las obras de contención que fueran necesarias.

Se prometió de todo: construir un hospital, levantar 1300 casas, un megacolegio y una plaza de mercado.

Se destinarían de inmediato recursos para la terminal de transporte y el acueducto municipal con el cual se garantizaría agua potable para toda la población, además de las obras de infraestructura y mitigación de riesgos pertinentes.

Según las autoridades locales poco de eso se ha culminado, hay trabajos que a la fecha no se han licitado, cientos de familias siguen desprotegidas y en cada temporada de lluvias hay temor porque se repita la tragedia.

Es inaceptable que desde el centralismo se le siga incumpliendo a Mocoa y que por la lentitud con la cual se han manejado la reconstrucción, la capital del Putumayo siga expuesta a desastres que se pueden evitar.

La recuperación de Mocoa no es un favor: es el deber del Estado de proteger a todos los colombianos.

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