La farsa de Nicaragua
Lo que sucede en dictaduras como las de Nicaragua, Venezuela o Cuba, que de forma mentirosa se disfrazan de democracia llamando a elecciones amañadas, puede pasar en muchos países de América Latina.
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10 de nov de 2022, 11:55 p. m.
Actualizado el 17 de may de 2023, 12:17 p. m.
Como se esperaba, las elecciones municipales de Nicaragua resultaron una farsa y una burla a la democracia.
El Frente Sandinista de Liberación Nacional, partido del régimen dictatorial que manejan Daniel Ortega y su esposa y vicepresidenta Rosario Murillo, ganó en las 153 alcaldías del país.
Es decir, se quedó con el poder absoluto, aunque en los comicios se presentaron candidatos de cinco partidos.
Y todo indica que los supuestos contendores son afines al régimen y se prestaron para lo que fue un sainete.
La abstención predominó, la represión se impuso sobre ciudadanos y funcionarios públicos, se denunciaron arrestos a opositores al régimen así como irregularidades en los escrutinios.
Así mismo, el periodismo independiente, nacional o extranjero, no pudo ejercer su labor de informar de manera libre debido a las restricciones impuestas por Ortega, ni se permitió la participación de observadores internacionales en el proceso electoral.
Lo que sucede en dictaduras como las de Nicaragua, Venezuela o Cuba, que de forma mentirosa se disfrazan de democracia llamando a elecciones amañadas, puede pasar en muchos países de América Latina.
De la gente depende que esas experiencias no se repitan en Latinoamérica y se bloquee cualquier intento de imponer regímenes restrictivos que atentan contra las libertades y los derechos fundamentales de los ciudadanos.
Y mucho menos explotando la democracia como Ortega.
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