La dura realidad de Cali

El respiro que le dio el confinamiento a Cali en lo que a muertes violentas se refiere quedó borrado durante el pasado puente festivo. Los diecisiete asesinatos cometidos entre viernes y lunes en la ciudad, donde aún siguen vigentes las restricciones de movilidad, demuestran que poco o nada ha cambiado en cuanto al valor que se le da a la vida.

GoogleSiga a EL PAÍS en Google Discover y no se pierda las últimas noticias

26 de may de 2020, 11:55 p. m.

Actualizado el 25 de abr de 2023, 09:30 p. m.

El respiro que le dio el confinamiento a Cali en lo que a muertes violentas se refiere quedó borrado durante el pasado puente festivo.

Los diecisiete asesinatos cometidos entre viernes y lunes en la ciudad, donde aún siguen vigentes las restricciones de movilidad, demuestran que poco o nada ha cambiado en cuanto al valor que se le da a la vida.

Ha sido uno de los fines de semana más violentos del año y puede que algunos de esos crímenes estén relacionados con el relajamiento del confinamiento, como quedó en evidencia con las 270 fiestas prohibidas denunciadas en la ciudad, así como con la intolerancia a la que llevan el consumo de alcohol y drogas ilícitas.

También se confirma que para el crimen organizado no hay pandemia que valga ni aislamiento que tenga que cumplirse a la hora de ejercer sus actividades ilegales o hacer sus ajustes de cuenta.

Se esperaba que la disminución de muertes violentas en Cali se mantuviera constante, pero frente a la realidad que salió a relucir en el puente festivo hay que pedir, otra vez, que se ejerza la autoridad con firmeza y que la ciudadanía colabore para descubrir a los criminales.

Cali necesita que la tranquilidad se mantenga, que la violencia salga de sus calles, sus autores sean perseguidos y castigados, y que el respeto por la vida sea el valor más importante para la sociedad.

Regístrate gratis al boletín de noticias El País

Descarga la APP ElPaís.com.co:
Semana Noticias Google PlaySemana Noticias Apple Store

AHORA EN Molino De Papel