La crisis eterna

Con SaludVida, ya son cuatro las EPS liquidadas este año por la Superintendencia de Salud y dos millones setecientos mil colombianos los afectados.

Tan grave como ello es que otras 18 Entidades Prestadoras de Salud, tanto del régimen subsidiado como del contributivo, están bajo la lupa de la entidad por irregularidades e incumplimientos, lo que las tiene en la antesala del cierre.

Ese es el panorama de la salud en Colombia, el cual obliga a tomar correctivos para proteger un servicio público vital para 45 millones de personas.

Mientras se sigue a la espera de una reforma estructural, las deudas de las EPS con los hospitales y clínicas superan hoy los 10 billones de pesos, de los cuales 59,1% pertenecen a cartera morosa.

Y crecen como bola de nieve pese a los salvavidas lanzados por los Gobiernos y las medidas tomadas por la Superintendencia para meterlo en cintura.

La pregunta es qué va a pasar con el derecho que tienen los colombianos a contar con un servicio de salud eficiente y oportuno si se siguen cerrando EPS a este ritmo.

Pretender que las 19 empresas que no tienen medidas en su contra asuman los millones de usuarios que quedan en el aire por la liquidación de sus entidades prestadoras, es arriesgar el servicio de salud.

Lo que se necesita es que se tomen las decisiones, se haga cuanto antes la reestructuración que se requiere para evitar que los usuarios sigan pagando las consecuencias del mal servicio y los riesgos de una quiebra en las EPS.