La carta rusa

Aunque la carta del Consejo de la Federación Rusa sobre una posible intervención en Venezuela no es una declaración oficial del Estado, ni su destinatario es el Gobierno de nuestro país, queda clara la intención de los legisladores rusos de amenazar a quienes no respalden la dictadura de Nicolás Maduro.

Por ello hay que estar alerta, y tratar de no caer en las provocaciones de los amigos de la tiranía que además pretenden defender sus negocios y tratan de asegurar que les paguen las cuantiosas deudas y los compromisos con el petróleo de la nación vecina.

La carta fue emitida a finales de febrero, pocos días después de la frustrada operación para llevar ayuda humanitaria a los venezolanos, agobiados por las carencias de alimentos y medicinas que causa 20 años de fracaso del régimen chavista.

Con ella queda en evidencia la intención que existe en Rusia de intervenir en América y crear un nuevo foco de preocupaciones por la confrontación con los Estados Unidos.

La carta es además una amenaza inaceptable contra cualquier país, no sólo Colombia, que haya expresado su condena contra el drama humanitario creado por una dictadura corrupta, inmoral y totalitaria.

Por ello, el Gobierno Nacional debió contestarla para aclarar las mentiras sobre una posible intervención que nuestro país ha negado en forma categórica y en reiteradas oportunidades.
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