Justicia y claridad
Por encima de su filiación política, Borja y Giraldo cumplían una labor social al proteger el patrimonio público y vigilar las actuaciones de la administración en su localidad.
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2 de feb de 2020, 11:55 p. m.
Actualizado el 26 de abr de 2023, 01:06 p. m.
Los asesinatos de Jhonatan Borja Pérez e Iván Giraldo Fúmeque, excandidatos a la Alcaldía y el Concejo de Candelaria, deben ser esclarecidos.
Los antecedentes son graves porque, según las informaciones obtenidas por las autoridades, su crimen tendría que ver con las denuncias que habían hecho por casos de corrupción y malos manejos en su municipio.
Esa sería la razón de las amenazas que recibieron en los meses recientes, así como de los hostigamientos contra una de sus sedes y los ataques a familiares, como el cometido en abril del 2019 donde murió un hermano de Borja.
Por la forma en que fueron asesinados, al parecer por dos personas que los acompañaban en el carro y que los llevaron hasta un barrio de Palmira para cometer el crimen, se tienen que investigar las denuncias y dar con quienes ordenaron su muerte y con quienes los ejecutaron.
Por encima de su filiación política, Borja y Giraldo cumplían una labor social al proteger el patrimonio público y vigilar las actuaciones de la administración en su localidad.
El problema no es de qué lado estaban o a qué partido pertenecían.
Hay que rechazar su crimen porque se trata de dos seres humanos asesinados vilmente, y repudiarlo aún más si se confirma que fue perpetrado por sus denuncias o a causa de su militancia.
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