Fallo desafiante

El fallo de la Jurisdicción Especial para la Paz que declaró amnistiable el atentado cometido por las Farc contra la Escuela Superior de Guerra en el 2006, va contra cualquier lógica, salvo aquella que pretende beneficiar a los victimarios.

Por decisiones como esta es que la JEP genera tantos reparos entre los colombianos, que quieren la reconciliación y están dispuestos a dar un tratamiento especial a quienes les causaron tanto daño, pero no a cualquier precio.

Según la JEP, el que la guerrilla haya introducido y explotado un carro bomba en medio de una universidad, y donde resultaron heridos 14 militares y 9 civiles, se debe considerar un acto de guerra normal enmarcado en el Derecho Internacional Humanitario.

Quien elaboró ese fallo no consideró importante que el atentado terrorista se cometió en una universidad, así fuera de las Fuerzas Armadas.

Y sus autores demostraron su desprecio hacia los Derechos Humanos de personas desarmadas, lo que les hace acreedores al calificativo de terroristas.

Con razón, quienes sufrieron la violencia de las Farc, como el general Luis Mendieta, rechazan el fallo que le otorgó el perdón a los culpables directos del ataque.

Ojalá la misma JEP corrija ese desacierto atendiendo la apelación de la Procuraduría General de la Nación.

Es la manera de impedir que se cumplan los temores sobre la posibilidad que actué por razones políticas y como refugio de impunidad para quienes cometieron los peores crímenes en la historia de Colombia.