En emergencia

Otra vez el mundo está en alerta por el Ébola, ese virus originario de África que puede matar a 9 de cada 10 pacientes y es difícil de controlar cuando traspasa las fronteras.

De su letalidad ya se supo hace cinco años, cuando el virus se propagó por varios países africanos, llegó a Europa y a Estados Unidos, y dejó un saldo de 11.315 personas muertas.

Ahora la declaratoria de emergencia internacional se reactiva porque la enfermedad reapareció en la República del Congo, donde en menos de un año se han presentado 2520 casos y 1698 fallecidos por la enfermedad.

Y porque se han reportado contagiados en Uganda y en grandes ciudades africanas, lo que abre la posibilidad de que el virus se propague de nuevo por el mundo.

La decisión de las autoridades sanitarias no busca generar pánico; debe ser entendida como un llamado de atención para que se activen los protocolos necesarios con el fin de impedir que la enfermedad, transmitida por contagio a través de secreciones corporales como el sudor o la saliva, se disperse.

Ya el Valle ha tomado medidas como los controles en el ingreso de personas provenientes del extranjero en el aeropuerto Bonilla Aragón y por el puerto de Buenaventura.

La experiencia vivida entre 2014 y 2016, tiempo en que duró la anterior emergencia por el Ébola, debe servir de ejemplo para que se brinde la ayuda internacional necesaria a los países africanos con el fin de atender la enfermedad, hacer un control efectivo de ella y evitar que se repita la tragedia.