El riesgo de las cárceles

Como siempre, el Estado anda enredado sin saber qué hacer con las cárceles.

Ahora es el riesgo de contagios por el Covid-19, que se multiplica a diario debido al hacinamiento, mientras la sociedad se alarma ante la posibilidad cierta de tener que liberar a miles de capturados y condenados por sus delitos.

Según el reporte más reciente, en seis cárceles del país se registran 325 casos, 46 de ellos funcionarios del Inpec, siendo la de Villavicencio donde se presenta el problema más grave.

Si se creyó que decretar la excarcelación de reclusos era la forma de evitar la propagación del coronavirus, el tiempo se ha encargado de desmontar la idea, que no ha funcionado hasta ahora, causa inquietud entre los colombianos y tiene enfrentados al Inpec y al Consejo Superior de la Judicatura por los términos en que se deben dar los procesos.

La cuestión es cuándo se le dará solución a una situación que cada día empeora.

Para eso es la emergencia sanitaria, para emprender las acciones que permitan preservar la integridad y la salud de los presos y al mismo tiempo proteger a la sociedad de las consecuencias que podría ocasionar la liberación masiva que algunos piden, en un inconfundible pronunciamiento populista.

Que decidan qué hacer y lo hagan rápido, antes de que la expansión del virus en las cárceles sea imposible de controlar.

El asunto no es enfrentar los derechos humanos de los reclusos contra el derecho de la sociedad a protegerse de los delincuentes sino de tomar las decisiones necesarias para preservar el bien común.