El cinismo del Eln

Que el Eln califique como un “error de guerra” el asesinato de dos menores de edad y dos adultos, cometido por uno de sus frentes en el municipio de Tame, Arauca, demuestra el cinismo de esa organización criminal.

Lo que se perpetró en la vereda Las Nubes fue una barbarie total, en la que cuatro personas inocentes, entre ellas Delvis Arbey de 8 años y Yelina de 4 años de edad, perdieron la vida, mientras otras cinco resultaron heridas cuando el vehículo en el que se movilizaban fue atacado sin consideración por el grupo guerrillero.

Con toda la carga de desfachatez el Eln reconoce en un comunicado su autoría, dice que lamenta las muertes y a renglón seguido pretende echarle la culpa al Gobierno de lo sucedido.

Es por crímenes como el cometido en Tame, Arauca, por los que Colombia no puede negociar con ese grupo ahora dedicado al narcotráfico.

Sería absurdo pretender que esa agrupación se convierta en una organización política cuando lo que hace es cometer toda clase de delitos, actos de terrorismo, atentar contra los recursos del país y pisotear los derechos humanos de los colombianos.

Mientras el Eln se niegue a abandonar la violencia, persista en asesinar a sus compatriotas y en ejecutar crímenes como el de los niños en Tame, será imposible hablar de negociaciones.