Efectos colaterales

Los bloqueos en las vías del Valle y en las entradas de Cali, sumados a las manifestaciones y desmanes que llevaron a la ciudad al caos, han tenido una afectación directa sobre la salud y la vida de los ciudadanos.

Hay denuncias de al menos dos fallecidos porque se impidió el paso de las ambulancias, así como de personas que necesitaban acudir a los servicios médicos o reclamar sus medicinas, e incluso de organismos de socorro como los bomberos que fueron bloqueados.

Y se ha afectado el plan de vacunación principalmente en la capital del Valle, con una reducción de hasta un 70%, lo que para nada contribuye en medio de un alto pico de contagios de Covid-19 y cuando se busca acelerar la inmunidad colectiva para superar la pandemia que tanto afecta a la sociedad.

A ello se suma el desabastecimiento de insumos, incluido el oxígeno que se requiere para atender a los pacientes más graves del coronavirus, cuando además hay una alerta roja declarada en el Valle y en Cali porque la ocupación de las Unidades de Cuidados Intensivos supera el 95%.

Son los efectos colaterales de unas expresiones de violencia que desvirtúan los derechos de todos los colombianos y se convierten en el factor que pone en riesgo la integridad y en muchos casos la vida de los seres humanos.
​