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Da pena

La elección de Venezuela como representante de América Latina en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU deja dudas sobre el papel que cumple esa organización.

18 de octubre de 2019 Por: Editorial .

La elección de Venezuela como representante de América Latina en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU deja dudas sobre el papel que cumple esa organización.

Esa elección se produjo conociendo las violaciones que el régimen de Nicolás Maduro ha cometido contra su pueblo, la persecución a la oposición, las ejecuciones extrajudiciales y los cuatro millones de venezolanos obligados a emigrar por las precarias condiciones de su país.

Lo peor ha sido el desconocimiento del informe publicado por la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, realizado a petición precisamente del Consejo, en el que se consignan las vulneraciones a los derechos económicos, sociales, civiles y políticos en esa nación.

Por ello no se entiende que la ONU respalde ese informe y luego se escoja a Venezuela como integrante de su Comisión de Derechos Humanos, por encima de Costa Rica, el otro candidato.

Fueron 105 los miembros que favorecieron a Venezuela, y aunque el voto se hizo en sobre cerrado no es difícil deducir que entre ellos estuvieron países reconocidos por ser dictaduras como Cuba, China o Irán.

Lo sucedido es un atropello contra la Comisión de Derechos Humanos, creada para defender los derechos fundamentales de la población e investigar y sancionar a quienes los violan como sucede con el régimen de Nicolás Maduro.

Es cuando hay que preguntarse si vale la pena que a la Organización de las Naciones Unidas se le dé continuidad.

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