Cero tolerancia
Indignación, rabia, impotencia y rechazo deben surgir ante el comportamiento de quienes se ensañan contra los niños y los convierten en sus víctimas.
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6 de feb de 2020, 11:55 p. m.
Actualizado el 26 de abr de 2023, 01:09 p. m.
Indignación, rabia, impotencia y rechazo deben surgir ante el comportamiento de quienes se ensañan contra los niños y los convierten en sus víctimas.
Como ocurrió con quien durante seis días sometió a toda clase de atrocidades a su hijastro de 22 meses de edad, hasta causarle la muerte.
Según la Fiscalía, el agresor llevaba un mes viviendo con la madre del menor y cuando ella salía a trabajar, el niño era objeto de la peor crueldad.
Y lleva a preguntar qué pasó con la mamá, por qué nadie se dio cuenta de lo que pasaba o se hizo algo para impedir que el niño fuera objeto de tantos abusos.
El sufrimiento y la muerte de este menor demuestra hasta dónde llega la indefensión y hace preguntar porqué una sociedad llega a la indiferencia frente a sus niños.
Y aunque las lágrimas del defensor de oficio y del juez del proceso demuestra la perturbación que les causaron las torturas infligidas al menor, también debería llamar a la reacción contra el abuso, el maltrato y la violencia a la cual son sometidos muchos menores en Colombia.
Los crímenes contra los niños no pueden ser tolerados en una sociedad civilizada.
Y si la indiferencia no es admisible cuando ocurre un acto de violencia en contra de un ser humano, mucho menos puede serlo cuando la víctima es un niño indefenso.
Hechos como estos deben quedar en todos los ciudadanos, rechazando la costumbre de considerarlos como algo de normal ocurrencia.
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