Bravuconadas

Detrás de las bravuconadas y los discursos pendencieros de Nicolás Maduro lo que hay es el ánimo de incitar a la confrontación a Colombia.El Presidente venezolano y sus colaboradores han manejado a los puntapiés la situación en la frontera, generada por su Gobierno y que traspasa los linderos del Derecho Internacional Humanitario.Y no han ahorrado epítetos, acusaciones ni palabras descorteses para tratar al presidente Juan Manuel Santos y a la canciller Holguín.Esa incitación es una trampa en la que el Gobierno y los colombianos no puede caer.La comunidad internacional has sido testigo de la forma respetuosa y la intención de Colombia de resolver los problemas fronterizos.Pero mientras Maduro mantenga su actitud pendenciera y persista en ser irrespetuoso, las diferencias no se arreglarán ni siquiera con la intervención de mediadores internacionales.