¿Borrón y cuenta nueva?
¿Será ese el populismo descarado que impondrá López Obrador una vez se posesione?
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22 de nov de 2018, 11:55 p. m.
Actualizado el 17 de abr de 2023, 07:56 p. m.
La corrupción es el peor enemigo de los recursos públicos en América Latina.
Ese es el hueco sin fin por donde se van los dineros que deberían destinarse a atender las necesidades de la población y a llevar el desarrollo que tanto se necesita.
Tal es la razón para que en la mayoría de países se esté dando una lucha sin tregua para perseguir, judicializar y castigar a los corruptos.
Por eso ha causado polémica la propuesta del presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, de perdonar a los corruptos a quienes no se les sigan procesos jurídicos, y a partir de ahí hacer un borrón y cuenta nueva.
Llama la atención que su idea se dé justo cuando se conocen las acusaciones sobre pagos de sobornos a quien fuera su secretario de Seguridad Pública cuando se desempeñaba como alcalde de la Ciudad de México.
Y que además proponga una consulta popular para que el pueblo decida si se investiga o no a los últimos cinco presidentes mexicanos por actos de corrupción.
¿Será ese el populismo descarado que impondrá López Obrador una vez se posesione?
Ello es lo que da a entender cuando propone que lo ilícito se vuelva aceptable y cuando admite que puede haber una sociedad sin ética.
En la corrupción no hay punto medio: o se es corrupto o no, y a quien es culpable se le debe castigar, obligar a que repare el daño hecho y a que su condena se ponga como ejemplo para la sociedad.
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