A disfrutar sin pólvora

Ni las prohibiciones, ni las advertencias o las sanciones, ni siquiera las tragedias que se repiten por decenas durante esta época del año han hecho tomar conciencia a los vallecaucanos sobre los peligros de usar pólvora.

Hasta ayer el departamento ostentaba el deshonroso primer lugar del país, en un mano a mano con Antioquia y Bogotá, en número de heridos por los fuegos artificiales.

Según el reporte del Instituto Nacional de Salud, en el Valle van 28 víctimas, la mayoría de ellas menores de edad, que han sufrido quemaduras en la piel, lesiones en sus ojos, daños auditivos o amputaciones por manipular chispitas, totes o volcanes.

La Navidad y Año Nuevo son para compartir en familia, con alegría, fraternidad y amor.

Lo único que se consigue al utilizar pólvora es exponerse a un enemigo que puede ser mortal o convertir las festividades en tiempo de desgracia.

Ningún fuego artificial es seguro, esa es la razón para que en los 42 municipios del Valle las autoridades hayan prohibido su fabricación, venta y uso.

Por eso hay que insistir en que se acaten las órdenes y, sobre todo, prime el sentido común sobre los peligros que conlleva manipular pólvora.

Sin ella también es posible celebrar en estas fiestas, sin exponer la integridad de nadie y en especial sin poner en riesgo la vida de los menores de edad.