Un balón de impunidad

Tal cual, la Fifa, ese lobo vestido de pobre viejecita.

GoogleSiga a EL PAÍS en Google Discover y no se pierda las últimas noticias

10 de abr de 2022, 11:45 p. m.

Actualizado el 17 de may de 2023, 11:45 a. m.

La Fifa es el reino de la impunidad rampante. No sólo no paga sus culpas sino que, sin escrúpulos, monta siempre a lomos de su desmedida ambición.

Para entendernos, a la Fifa le gusta mucho el tan colombiano “pa’ las que sea”. Con él, aquí y allá, se preside igual un chanchullo o se firma una oscura alianza. Es decir, la mezcla perfecta entre “el fin justifica los medios” y el “cómo voy yo”.

Debería seguir aquí con las andanzas de Ramón Jesurún y Álvaro González. No lo voy a hacer. Esta columna es sobre la Fifa y sus alcances como organización digna de toda sospecha. No sobre Colombia, uno de sus 211 afiliados, que ni siquiera va al Mundial. Mejor dicho, un equipo de segundo orden.

Me remito entonces a la Fifa, y a sus últimas noticias. Comienzo por la versión de que Italia podría ir a Catar en reemplazo de Irán, acusado, como país, de atropellar a decenas de mujeres que pretendían boleta en mano entrar hace poco a un partido de la selección local. Como castigo, rodó la especie, la Fifa le quitaría el cupo a los persas para dársela a los europeos.

Todo parecería ser nada más que un invento. Cuando la prensa le preguntó a Gianni Infantino sobre eso, el presidente de la Fifa, respondió: “seamos serios”.

¿“Seamos serios”? Me río. Si de algo tiene fama la Fifa, aparte de su patente de corso, es de no ser seria. ¿O acaso es serio salir a presumir de defender a las mujeres iraníes mientras se permite al fundamentalismo catarí prohibir que aficionados ondeen en el Mundial la bandera arcoíris que identifica a la comunidad Lgtbi? Así lo anunciaron en ese emirato, con la disculpa de que buscan proteger la integridad de quienes se atrevan a hacerlo. Mentira, la verdadera razón es que la homosexualidad es un delito allí. El mensaje es claro: no se aparezcan por estos lados.

De esa discriminación y de tal odio, y de cosas peores que nos esperan, se sabía desde que les adjudicaron a Catar el Mundial. O mejor, desde que se lo vendieron, imagino que bien caro. La Fifa nunca va por chichiguas. Como vendieron caro el que le dieron a Rusia para 2018. Ese Mundial que tanto quería Vladimir Putin, un tipo al que no le gusta el fútbol. Como en cambio sí le placen el hockey sobre el hielo y la barbarie.

En ese entonces, Putin candidatizó a su país cuando ya había invadido y se había anexado Crimea. Y cuando servía de principal apoyo a la sangrienta tiranía de su amigo Bashar al-Assad en Siria. Y cuando mandaba envenenar adversarios en el extranjero. Y cuando mandaba apalear en la Plaza Roja de Moscú a quien tuviera cara de opositor. Es decir, el Putin de ayer es el mismo Putin de ahora.

Eso tampoco es extraño. Cuando se habla sobre la Fifa surge, casi natural, el atajo como recurso. Vean esto: buscando información sobre aquello de Irán e Italia, encontré en la página web de una revista nacional venida a menos un chisme sobre si no había ahí una opción para que Colombia estuviera en el Mundial de Qatar.

¿Cuál podría ser esa opción, cuando no existe mérito deportivo alguno? La posición actual de Colombia en el ranking del fútbol es tan lamentable como la que ocupamos en materia de respeto a los derechos humanos.
¿Entonces? Pues escribían allí que con Jesurún como nuevo miembro principal del Consejo Mundial de Fifa, algo podría mover ese hombre para… (algo bajo la mesa, anoto yo).

Y no era broma, ni sarcasmo. No, lo decían como cuando nosotros, los contribuyentes, confiamos 70 mil millones de pesos al Gobierno para que sirvan a la educación y los 70 mil millones se esfuman. Y cuando preguntamos, ¿qué pasó?: olímpico silencio. Da lo mismo, a lo sumo nos responderían: “¿De qué me hablas viejo?”.

Ah, y no pierdan tiempo buscando la historia. Ya un editor metió mano y la convirtió en una blanca e inocente ovejita de cuatro párrafos y de cuatro patas. Tal cual, la Fifa, ese lobo vestido de pobre viejecita.

Sigue en Twitter @VictorDiusabaR

Directora de El País, estudió comunicación social y periodismo en la Pontificia Universidad Javeriana. Está vinculada al diario EL País desde 1992 primero como periodista política, luego como editora internacional y durante cerca de 20 años como editora de Opinión. Desde agosto de 2023 es la directora de El País.

Regístrate gratis al boletín de noticias El País

Descarga la APP ElPaís.com.co:
Semana Noticias Google PlaySemana Noticias Apple Store

AHORA EN Victor Diusaba Rojas