Libros por Bogotá

Para la intolerancia y la decrepitud ninguna mejor receta que los libros. Bueno, aparte de ser ellos el mejor remedio para el alma. El turno es ahora para Bogotá y su Filbo, a donde vale asistir, tanto como contar sobre algunos títulos. Entonces, con la debida carga de afinidad temática, pasión (y alguna relación ocasional con sus autores), aquí están algunos títulos añejos y otros de más reciente publicación.

1- La trilogía de Miguel Torres sobre El Bogotazo. Sus tres títulos (‘El crimen del siglo’, ‘El incendio de abril’ y ‘La invención del pasado’) nos sirven a los ‘nueveabrileños’ (término despectivo de la época con que se calificó a la oposición después del levantamiento popular) para acercarnos, a punta de ficción, a la realidad de aquel día terrible. Miguel ha sabido poner en escena (algo que sabe hacer bien como dramaturgo que es) tantas cosas oscuras para que algún día brille la verdad sobre el caso Gaitán.

2- ‘Voces de libertad’, de Elena Peroni. ¿Cuánto se ha dicho sobre la esclavitud en el Nuevo Mundo? Mucho, pero pocas veces tan bien y tan claro como en esta novela. La autora sabe hacer de la sensibilidad el motor de páginas que revelan un negocio miserable, pero también deja escuchar esos gritos de independencia que no existen en la historia oficial. Ella, Elena, la enfermera y la madre antioqueña en la vida real, sorprende con un lenguaje directo al que no le sobra nada.

3- ‘Tú no matarás’, de Julia Navarro. Hoy lunes, cuando España se ha levantado con el estómago revuelto (sea cual haya sido el resultado de las elecciones de ayer) siento que esta novela que termina siendo corta, más allá de su extensión, grita a nombre de las víctimas de la Guerra Civil de ese país. Y es que, como ocurre en todos los conflictos de la historia, incluido el nuestro (que sí, hombre, que fue y es un conflicto), la tragedia no acaba del todo con las capitulaciones o con los acuerdos. Y eso sí que pasó en España, por una razón tan sencilla como que a quienes ganaron la guerra no les bastó. De hecho, por décadas se dedicaron a seguir machacando a los vencidos. Julia Navarro relata ese drama, con personajes que luchan para intentar no perder lo único que les queda, la dignidad.

4- ‘New York’, de Edward Rutherfurd. No es tampoco un libro de última generación, pero sí resulta increíble su vigencia por quién sabe cuánto tiempo, como seguramente serán también las incursiones del escritor británico sobre ciudades como Londres y París. Y es que contar cuatro siglos largos de la historia de Nueva York, como quien va quitando una a una las capas de una cebolla, con los olores y colores de cada época, representados en sus gentes y en sus símbolos, es ejemplo de recopilación, mientras a la vez abre un debate sobre una propuesta literaria muy particular. Al final, una guía histórica que termina siendo obligatoria si de entender a una gran ciudad se trata.

5- ‘Yo, Julia’, de Santiago Posteguillo. No sé si esa será la pretensión del autor español, pero se puede interpretar que esta obra pretende nada menos que hacer justicia. ¿Dónde está la mujer en la construcción de todas las sociedades a lo largo de la historia? Las respuestas pueden ser múltiples, pero hay una sola que no admite controversia; siempre ha sido relegada. Poner en primer plano a una emperatriz en un mundo tan de hombres como es el Imperio Romano (no en la trastienda de las intrigas sino en el ejercicio mismo del poder) es un hecho que no pasa inadvertido. Y más de las manos de Posteguillo, conocedor como el que más del tema.

Sobrero: Paz en la tumba de Aldo Buenaventura, el gran señor y el sapiente taurino.

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