Vergüenzas

Todos a una, por los Farallones, contra la minería ilegal y por la vida.

GoogleSiga a EL PAÍS en Google Discover y no se pierda las últimas noticias

22 de mar de 2022, 11:50 p. m.

Actualizado el 17 de may de 2023, 11:42 a. m.

Por la coyuntura electoral, debiera hablar en esta columna de la vergüenza que produce la actuación de la Registraduría en el escrutinio de las elecciones legislativas, y peor aún la del registrador Alexánder Vega, de quien aún esperamos que renuncie para tranquilidad del país y para credibilidad de los próximos comicios presidenciales.

También podría escribir sobre la vergüenza que es para el Valle la pérdida de cuatro curules en el Senado. Son cuatro voces menos, cuatro pesos pesados menos para defender los intereses del departamento frente a la Nación. ¿Recuerdan cómo insistí en que debíamos votar por alguien de la comarca, que trabajara por ella y luchara por sacar adelante los proyectos embolatados y los futuros que se requieren para que sigamos progresando? No se logró.

Y si de vergüenzas hablamos, la del Inpec y sus recientes escándalos merecería columna aparte. Uno se pregunta por qué ha sido imposible realizar la reforma penitenciaria que demandan los eternos problemas del sistema carcelario, desde el hacinamiento en los centros de reclusión y en las estaciones de Policía que se convirtieron en cárceles de hecho, pasando por la corrupción que permite casos como el de Carlos Mattos, el de ‘alias ’Matamba’ o contrataciones irregulares. ¿Y cómo se explica que en la entidad existan 82, sí señores, 82, sindicatos?

De todo ello debiera escribir, pero hoy quiero dedicar este espacio a otra vergüenza para Cali, para el Valle y para Colombia. Es inconcebible que pese a tantas advertencias, a los mandatos judiciales y al sentido común que nos dice que debemos proteger nuestro patrimonio ambiental, la minería ilegal siga causando estragos en los Farallones.

Cuando el domingo anterior leí aquí en El País el reportaje realizado por Hugo Mario Cárdenas, sentí primero tristeza, luego indignación y al final vergüenza porque no hemos podido acabar con uno de los enemigos letales de este Parque Nacional Natural, que cumple una función vital para los caleños y para buena parte de los vallecaucanos, al que deberíamos resguardar con garras y dientes de sus depredadores mayores.

Hace unos cinco años, también en recorrido realizado por periodistas de este diario, se constató el daño que se le estaba causando a los Farallones, se encontraron decenas de socavones, se evidenció la desviación del cauce de algunas quebradas, así como la contaminación que se les estaba causando principalmente con mercurio.

En este tiempo, hay que reconocerlo, se han realizado estrategias para enfrentar el problema, se ha aumentado la presencia de la Fuerza Pública, se han realizado capturas y me consta que tanto la Gobernación del Valle como la CVC, la Alcaldía de Cali y la dirección de Parques Nacionales han trabajado juntos en la búsqueda de soluciones y han diseñado políticas con ese fin. Pero nada da los resultados que se necesitan.

Que hoy el número de bocaminas supere los 90, se siga contaminando las fuentes de agua y además se reconozca que hay disidencias de las Farc manejando el negocio, provoca angustia.

Los Farallones son la reserva natural más importante para Cali y para el Valle, 30 ríos nacen en esa parte de la Cordillera Occidental, de ellos seis que recorren a Cali y surten de agua al 30% de su población. Alberga ecosistemas únicos en sus pisos térmicos que van desde 200 hasta 4000 metros sobre el nivel del mar, donde se calcula que habitan 700 especies de fauna y flora, buena parte de ellas endémicas.

Cuidar ese patrimonio es responsabilidad de toda la sociedad, incluidos usted y yo que vivimos en sus faldas, usufructuamos su agua, recibimos la brisa que baja de sus montañas y tenemos aún un paraíso, maltratado y todo pero aún paraíso, del que disfrutamos y será nuestra salvación.

La vergüenza que siento, y que espero sea la de la mayoría de caleños y vallecaucanos, debiera traducirse en mayor respaldo a las estrategias para detener la minería ilegal, en el apoyo a nuestro Ejército y Policía, en el reclamo justo a las autoridades para que trabajen de manera coordinada, porque aquí no caben ni egos, ni competencias ni acciones aisladas. Todos a una, por los Farallones, contra la minería ilegal y por la vida.

Sigue en Twitter @Veperea

Directora de El País, estudió comunicación social y periodismo en la Pontificia Universidad Javeriana. Está vinculada al diario EL País desde 1992 primero como periodista política, luego como editora internacional y durante cerca de 20 años como editora de Opinión. Desde agosto de 2023 es la directora de El País.

Regístrate gratis al boletín de noticias El País

Descarga la APP ElPaís.com.co:
Semana Noticias Google PlaySemana Noticias Apple Store

AHORA EN Vicky Perea Garcia