Aborto

Comienza mañana miércoles en la Corte Constitucional la discusión sobre el aborto bajo la ponencia del magistrado Alejandro Linares.

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24 de feb de 2020, 11:45 p. m.

Actualizado el 26 de abr de 2023, 06:15 p. m.

Comienza mañana miércoles en la Corte Constitucional la discusión sobre el aborto bajo la ponencia del magistrado Alejandro Linares. Al cierre de esta columna las cosas están en manos de dos mujeres: Gloria Ortiz y Diana Fajardo cuyos votos no son predecibles ante la posibilidad de despenalizar por completo el aborto hasta la semana 16, 3 meses de gestación.

La discusión del aborto en Colombia desde la década de 1970 ha pasado por lo menos 30 veces por el Congreso, miles por los micrófonos de la prensa y desde hace 14 años se despenalizó en tres escenarios: cuando está en riesgo la vida de la madre, cuando ha habido una violación y cuando hay alguna malformación en el feto.

Ahora se busca que cualquier mujer, sin tener que dar explicación alguna, pueda abortar hasta los 3 meses. Como telón de fondo, una desigualdad bárbara: las que tienen dinero y quieren, abortan. Las que no tienen y quieren, se juegan su vida tratando de abortar clandestinamente. E igual abortan. El asunto no es moral, es de salud pública, es de igualdad, es de que todas, sin importar cuánto podamos pagar por un procedimiento doloroso desde cualquier óptica, tengamos el mismo derecho a decidirlo.

Hay un gran temor social que pasa por creer que el aborto podría terminar siendo un método de planificación. Fue similar la sensación cuando llegó la píldora del día después. Y la sensatez ha demostrado que las mujeres colombianas -como las de tantos lugares del mundo- supimos manejar libertad y responsabilidad con el beneficio de una píldora en caso de ser necesaria.

Según Profamilia en nuestro país se practican 400.000 abortos al año y menos del 1% son legales. Los demás, se hacen a escondidas, con métodos agresivos, no necesariamente bajo condiciones de higiene adecuadas y mucho menos con el acompañamiento emocional que decirle no a la maternidad debería implicar.

La ponencia del magistrado Linares se basa no solo en la autonomía de la mujer para decidir sobre su cuerpo. Es, sobre todo, una defensa de la igualdad que nos recuerda que el Estado nos debe suministrar los mismos beneficios a todos.

Y sí, hay un par de señores opinando sobre el tema. Bienvenidas las discusiones. En una democracia se vale no estar de acuerdo. Lo que no se vale es pretender someter los derechos de las minorías a votación. Precisamente es la Corte Constitucional la encargada de garantizar -de nuevo- que Ud, yo, ella, aquella y todos, sin importar cuánto debamos pagar, podamos acceder a lo que necesitamos y, especialmente, queremos. Se llama libertad, autonomía, igualdad y respeto. Y pasa, también, por poder decidir si queremos o no ser mamás, aun estando embarazadas.

Sigue en Twitter @vanedelatorre

Periodista siempre, cocinera a veces, lectora cuando puede. Mamá y esposa.

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