Algo bueno

En este escenario tan turbulento de pandemia, amenazas de todo tipo al sistema democrático, situaciones aterradoras como la de Buenaventura, masacres del estilo de las que se veían en los años 90 y, en fin, motivos para el pesimismo, entusiasma lo que ha producido la pandemia en relación con el acceso al conocimiento, a las artes, a la literatura y ver la cantidad de personas que han encontrado refugio en las múltiples opciones que nos ha dado la tecnología.

Desde las temporadas de ópera gratuita que ha ofrecido la Metropolitan Opera House o la Filarmónica de Berlín a los muy interesantes cursos de todo tipo que es posible hoy tomar a través de las diferentes plataformas.

En el caso colombiano, por ejemplo, los cursos de historia que ha dictado Juan Esteban Constaín han sido, sin duda, un remanso para aprender y beneficiarnos de su erudición y memoria privilegiada y que han venido desde que comenzó la pandemia desarrollando muy interesantes ciclos.

Una mención especial hay que hacer del Hay Festival. He tenido la fortuna de asistir a casi todos los festivales de Cartagena y siempre pensaba que era una lástima que solo un puñado de personas que atendíamos el evento fuéramos los únicos que estábamos disfrutando de esa maravillosa oportunidad de oír personas que, sin duda, son sobresalientes en sus respectivos campos y que abren a quienes los escuchan un mundo de inquietudes, de descubrimientos y de intereses.
La variedad de temas y el balance que han logrado los organizadores les da a todos la posibilidad de hacer el programa a su medida.

Lo maravilloso de esta ocasión es que el Hay tuvo que realizarse de manera virtual, y todo aquel que quisiera asistir a las charlas lo podía hacer de manera gratuita. Fue así como en cada sesión estábamos presentes 3000-4000 personas de todas partes del país y también del exterior, en lugar del número mucho más reducido que era lo corriente en Cartagena. Seguramente hacia el futuro el evento tendrá que ser combinado. Una mezcla entre virtual y presencial y con algún costo por la asistencia, pero fue evidente el interés de la gente y el potencial de este tipo de eventos.

Oír a Juan Gabriel Vásquez con Sergio Cabrera protagonista de su último libro, a Levitzky hablando sobre su libro de ‘Como mueren las democracias’, a Padura sobre ‘Como Polvo al Viento’, a la señora Duffo premio Nobel de Economía, a la conocida Isabel Allende, a Joel Dicker el escritor suizo mas exitoso en ese país, o a Philippe Sands que ha trabajado tanto en el concepto de genocidio.

Una mención especial a Irene Vallejo que en un sorprendente balance de erudición y buena literatura ha sido todo un éxito con su libro ‘El Infinito en un Junco’.

En fin, gente brillante de todo tipo de la que hay tanto que aprender.
Muchas felicitaciones a los organizadores del Hay y una recomendación muy fuerte para todos, que no se pierdan de esas oportunidades, que son muchas y de todo tipo, que nos está dejando la pandemia (que algo bueno debía tener).