Las obras de Ospina

En sus primeros 15 días de gobierno, la administración de Jorge Iván Ospina ha puesto a sonar una serie de obras que proyecta en la ciudad; con la intención de ir viendo cuáles son más viables y generan más empatía. Eso, además de asegurar que el tren de cercanías será prioridad, algo de lo que oímos hablar desde ‘años a’ y que se construiría, según el Alcalde “por allá en 2024”.

Ha dicho también, él y su secretario de Infraestructura Juan Diego Flórez, que no nos va a tocar poner ni un peso (ojalá así sea) pues para las mismas hay otras formas de financiación, incluyendo la renegociación del empréstito de $600.000 millones, hecho en la administración Armitage y un papayazo para recuperar al menos $150.000 millones de la cartera de megaobras.

La propuesta que generó más ruido inicial fue la de hacer un viaducto, como vía alterna al mar, que costaría 2 billones de pesos. Por compleja e inviable la podemos ir descartando y pensar más bien en la prometida ampliación de la vía.

Se mencionó también la prolongación de la Circunvalación, de la Carrera 82 hasta la 122, que lleva enredada años y que es urgente para una Cali que colapsa en el sur. La piedra en el zapato: los predios de la Tercera Brigada y el Club Campestre. Ojalá encuentren una alternativa y por fin se haga.

Lo que sí nos dejó de una pieza fue el anuncio de la demolición de parte del puente que se hace para conectar la Carrera 100 con la Calle 25, en las obras de la Cali Jamundí, lo que costaría $3000 millones, porque no tuvieron en cuenta que por ahí pasaría el tren de cercanías. ¿quién responde por la embarradita?

La conexión de Oriente a Occidente, con puentes en la Carrera 66, aliviaría la movilidad, aunque la Calle Primera o Vía de los Cerros ya está muy congestionada. Obra ‘sencilla’, que ojalá se haga.

Para los trancones del Oeste se habló esta semana de tres deprimidos y un puente que alivien el tráfico y que costarían $55.000 millones. Y en el norte, reactivar la archivada obra del puente en Chipichape. Indispensable que también se agilicen las retrasadas obras de la entrada por Sameco.

El sueño de dos grandes parques urbanos: uno, de disfrute frente a Cosmocentro, y otro bioenergético en el antiguo Club San Fernando, suena muy bonito pero se ve tan lejos... Fueron predios de narcos hoy en manos de la SAE y alguien, incluso, reclama propiedad sobre el de la 50. Y a la ampliación del Parque de la Salud creo que llegamos tarde, porque las tierras en esa zona son costosísimas y no creo que el Concejo le jale a la idea de declararlas bienes de utilidad pública para que el Municipio las pueda comprar.

Ojalá se decanten las prioridades, haya recursos y se contrate de manera transparente y con gente cumplida. Porque de irresponsables con retrasos y sobrecostos ya hemos tenido bastante.

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