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Gorgona somos todos

¿Hasta cuándo tenemos que esperar para que nuestra especie entre en razón y no se crea que somos los reyes y únicos en este planeta?

21 de noviembre de 2022 Por: Miky Calero

Uno de los tesoros naturales más importantes del planeta se llama Gorgona, esa maravillosa isla, territorio nuestro, es un regalo del universo que se nos ha entregado.

En el año 1959 el gobierno de turno decidió volverla una prisión de máxima seguridad y así se mantuvo hasta 1985, cuando se decretó Parque Nacional Natural Gorgona. Durante los años que la prisión funcionó, fue devastada ya que se usaban los árboles como leña para cocinar y alimentar a más de 1000 presidiarios, los más peligrosos de nuestro territorio y al personal de la guardia.

En el año 1984 cuando se desmanteló la prisión, la isla prácticamente había sido arrasada de su flora y poco quedaba de la fauna. Cuando al siguiente año fue declarada Parque Nacional, empieza la recuperación y de manera maravillosa hoy en día volvió a tener la exuberancia de un paraíso digno de proteger. También se recuperó la parte coralina de playa blanca, un tesoro para los buzos y científicos que quieren disfrutar e investigar los milagros de la fauna marina. He tenido el privilegio de ver los animales majestuosos durante varias inmersiones a través de los años. Visitar los sitios emblemáticos de buceo como La Tiburonera, El Planchón, El Viudo, Las Montañitas, La Plaza De Toros por su forma redonda donde los tiburones descansan, en fin, muchos sitios debajo de esas aguas cristalinas para recrear ‘las vistas’.

Ahora, está nuevamente amenazada por la estupidez humana. Definitivamente las guerras de cualquier tipo no dejan sino perdedores, entre ellas la guerra contra el narcotráfico que no solo ha dejado miles de muertos y ahora vuelve a poner en peligro la estabilidad de ese paraíso natural.

La construcción de una torre para un radar y ahora un muelle gigante para atracar las embarcaciones militares y perseguir las lanchas del narcotráfico están amenazando con diezmar esa riqueza natural. ¿Por qué? ¿Hasta cuándo tenemos que esperar para que nuestra especie entre en razón y no se crea que somos los reyes y únicos en este planeta? ¿Qué pasa con Parques Nacionales y la Anla, encargados de cuidar los recursos naturales, aprobando esa licencia? ¿Qué hay detrás de ello? ¿Hay algo más, como contratos o interés económicos? Muchas preguntas y pocas respuestas coherentes.

Esperamos que nuestra ministra del Medio Ambiente y nuestra Vicepresidenta de verdad logren frenar este disparate. Por favor, lo suplicamos no solo los ambientalistas sino los tiburones, las ballenas, las tortugas, los micos, las culebras y los árboles y toda la flora y fauna allí existente. No más estupideces. ¡No más! Ya la isla se recuperó sola y también con la ayuda de biólogos y botánicos comprometidos… no volvamos a cometer los mismos errores del pasado.

Esta columna está dedicada a mi gran amigo Gonzalo Concha, buzo profesional y el defensor más grande que ha tenido la Isla Gorgona.