Fariseos

Los fariseos fueron un movimiento político y social, una escuela de pensamiento judía en la Tierra de Israel durante el período del Segundo Templo.

Mientras Jesús estaba en Judea, un fariseo lo invita a comer, seguramente durante el día, no por la noche. Antes de comer, los fariseos se lavan las manos y los brazos hasta el codo, pero Jesús no lo hace.  Aunque lavarse así no viola la Ley de Dios, tampoco es obligatorio.

El fariseo se sorprende al ver que Jesús no sigue esa tradición, pero Jesús se da cuenta y le dice: “Mira, ustedes, los fariseos, limpian por fuera la copa y el plato, pero por dentro están llenos de codicia y maldad. ¡Insensatos! El que hizo lo de afuera también hizo lo de adentro, ¿no es cierto?”.

Aclaro que no tengo sino admiración por el pueblo judío o por el pueblo paquistaní, por todos los pueblos del Planeta. Los fariseos de los que habla Jesús eran unos pocos enquistados en el poder corrupto de ese tiempo, como hay en todos los gobiernos del Planeta, especialmente en nuestra nación Colombia.

Nosotros no estamos lejos de eso, somos una sociedad que mira más para afuera que para adentro.

No entiendo cómo nuestro actual gobierno dedica tanto tiempo sobre el tema ‘Santrich’, y ‘dele y dele con el tema’, cuando no le dedican una mínima parte de ese tiempo a la muerte de líderes sociales que defienden los intereses del común.

Cómo es posible que el fariseo mayor, el presidente Duque, en campaña dice que no al fracking y que va a sacar adelante la ley anticorrupción.
Ahora en el poder ya cambió de parecer, ahora se congracia con los dueños de ese poder que no son sino unos pocos que controlan la economía y no piensan sino en la plata. ¿Qué pasa Presidente?

Cómo así que la ley de ‘no casa por cárcel’ para los corruptos estuvo engavetada en el escritorio del señor Macías, presidente del Congreso y miembro del partido de gobierno, el Centro Democrático y finalmente no pasó… ¿Qué temen? ¿Que esconden? ¿Tienen ‘rabo de paja’ y les da miedo arrimarse a la candela?

Pero eso sí… dele con ‘Santrich’ horas y horas en la misma discusión.
Es tan frecuente nuestra doble moral. Muchos de los que se indignan porque el narcotraficante de ‘Santrich’ llegó al Congreso, son los primeros en violar las leyes. Cuántos miembros de ‘la alta sociedad’ no son evasores de impuestos, o ven cómo buscar caminos para evadir sus responsabilidades sociales y van detrás de contratos amañados. Le buscan ‘la comba al palo’.

¿Cuántos otros miembros de ese mismo Congreso no son los que se roban la plata de la educación y la salud y son investigados por parapolítica?

Ya es hora de una verdadera renovación política, no más fariseos en nuestro gobierno y nuestro Congreso, votemos con verdadera conciencia y no por miedos inventados.
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