Esperanza
Un país educado, sensible y respetuoso es garantía de paz y bienestar. Que nuestros hijos y nietos se sientan orgullosos de nosotros cuando ya no estemos, porque luchamos por dejarles una vida digna
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23 de may de 2022, 11:45 p. m.
Actualizado el 18 de may de 2023, 04:48 a. m.
“La esperanza es lo último que se pierde”, dice el dicho.
Yo tengo esperanza de ver un mejor futuro para mi país, verlo sin tanto odio, sin tanta rabia y mucho menos polaridad. Con mayores oportunidades para muchos y mayor equidad. Un país donde quepamos todos. Los extremos solo traen caudillos entronizados déspotas y prepotentes. También tengo mucha esperanza que los niños desde que están en el vientre materno tengan un trato amoroso y así garantizar que lleguen a ser adultos responsables con la comunidad y su entorno.
Quiero verlo verde, donde la protección de los recursos naturales sea una prioridad y el cuidado de las otras especies sea importante, mejor dicho, importantísimo. Donde busquemos fuentes de energía limpia y nuestro campo sea una prelación y la soberanía alimentaria llegue a ser una realidad.
Tengo la esperanza de ver nuestra nación libre de corrupción, donde los políticos sean servidores de verdad y no mezquinos ególatras que solo buscan sus propios intereses. No más contratos amañados para favorecer a los de su círculo inmediato, llámense familiares o amigos políticos. No más vínculos con grupos armados y mafias ilegales de la minería y la deforestación de grandes extensiones para la ganadería y cultivos ilícitos. Que nuestros campesinos y sus hijos se queden en el campo, y no en los cinturones de miseria en las ciudades. Que tengan todos los subsidios que se necesitan para ser competitivos, como en otros países.
No más derramamiento de sangre inocente y líderes sociales y ambientales muertos. Sí, sí, no pierdo la esperanza de una educación de calidad y gratuita para los que no pueden acceder a ella. Un país educado, sensible y respetuoso es garantía de paz y bienestar. Que nuestros hijos y nietos se sientan orgullosos de nosotros cuando ya no estemos, porque luchamos por dejarles una vida digna.
También el dicho dice ‘los sueños son lo último que se pierde’, por lo cual sigamos soñando que se puede, solo es tener voluntad de cambio y determinación para que cada uno de nosotros participemos en la construcción de esa Colombia grande.
El trabajo comienza por elegir bien a nuestros gobernantes y no solo eso, sino involucrados en ayudar a fomentar un clima de cooperación y tolerancia en las diferencias.
El dicho también dice ‘que se puede, se puede’, y yo creo que Fajardo y Murillo y todo el equipo que compone el Centro Esperanza son las personas idóneas para empezar esa gran transformación que no será ‘de la noche a la mañana’, pero que tiene que comenzar.
Tuve la oportunidad de trabajar en la propuesta ambiental sobre áreas protegidas y reservas naturales con el profesor Fajardo y créanme que son los más capacitados para el cuidado y el correcto desarrollo de nuestra Colombia verde que es despensa de agua y especies como ningún otro país en el mundo.
Votemos con esperanzas y sueños, se lo debemos a las generaciones por venir. Que se puede, se puede.

Profesional de la fotografía en el Art Institute de Fort Lauderdale. Trabaja en el programa OYE CALI de la X Todelar y el canal Internacional FASHION TV esta emitiendo actualmente en su programa Phothographer Profile Un programa de 30 minutos dedicado a su vida profesional. Escribe para el diario El País desde el año 2008.
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