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Cultura traqueta

Los herederos de muchas de las industrias de la región y de la grandes tierras solo esperan los rendimientos al fin de mes enfocándose únicamente en los lujos, los carros, las pertenencias, las pretensiones del capitalismo y las grandes marcas.

27 de septiembre de 2021 Por: Miky Calero

Definitivamente la suciedad caleña (ve, perdón, la sociedad caleña) ha sido permeada por la cultura que tanto daño nos ha hecho a todos, unos más, unos menos y me incluyo. El afán de plata rápida, desear y pretender tener lujos se vuelve deseo de muchos convirtiéndose en una cultura traqueta.

Los herederos de muchas de las industrias de la región y de la grandes tierras solo esperan los rendimientos al fin de mes enfocándose únicamente en los lujos, los carros, las pertenencias, las pretensiones del capitalismo y las grandes marcas.

Muchos de estos personajes que nunca han tenido que luchar y trabajar para pagar servicios, colegios o arriendos terminan desplegando conductas parecidas a las típicas de un traqueto. Cuando un ‘negro’ o un ‘indio’ se detiene al lado de ellos en un semáforo con un carro más lujoso se les dispara la envida y fácilmente se rasgan las vestiduras.

En los 80 y 90 se volvió muy común que muchos muchachos formados financieramente en prestigiosas universidades del exterior, montaran lo que se llamaban ‘mesas de dinero’ para manejar esas platas y las de muchos otros, prometiendo grandes utilidades. Cayeron en el mundo de las trampas y en muchos casos lavando no solo plata ‘mal habida’ sino la plata de los carruseles de la corrupción y la contratación… ‘plata fácil’.

Se empezaron a ver lujosos carros, Porsches, Mercedes, elegantes apartamentos, comidas en restaurantes de primera y grandes despliegues de cultura mafiosa. Lo triste es que al no poder devolver la plata a los pequeños inversionistas porque ya se la habían gastado, muchos inocentes quedaron ‘colgados de la brocha’. Tal cual como lo vemos ahora con personajes como Emilio Tapia que a pesar de haber confesado su participación en el carrusel de Bogotá salió libre y seguro lo volverá a hacer con el robo en Centros Poblados de las TIC. La justicia no es para los de ‘cuello blanco’, según los Jueces ‘obraron de buena fe’ como en el caso de Reficar.

Entonces ¿hasta cuándo vamos a seguir montados en el ‘sueño americano’ de la cultura traqueta? ¿Cuándo los caleños vamos a ver que los valores no están en las posesiones ni en los lujos, ni en la trampa y la envidia? Me pregunto ¿Será que ya es tiempo de empezar a trabajar por una sociedad más basada en el bien común, más generosa del alma y menos centrada en los egoísmos de nuestro cerrado entorno y dejar de ver ‘la paja en el ojo ajeno’? Hay un camino largo por recorrer, pero que se puede se puede.

Hay mucha gente trabajando en proyectos para bien de la comunidad que pueden mostrar otra perspectiva de cultura y sociedad. Nuestra ciudad merece un mejor futuro, como éramos antes, capital cultural, deportiva y ejemplo de civismo. Mira, ve, vos y yo, fuera de quejarnos, ¿qué estamos aportando para construir una mejor sociedad y una bella ciudad donde quepamos todos? Lo importante es hacer la siguiente reflexión, ‘por qué voy a ser recordado en la historia’.