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Cali sin hambre

Ahora se hacen proyectos desarticulados que con el tiempo desaparecen por lo cual tiene, óigase bien, tiene que ser un magno proyecto de toda la ciudad y sus dirigentes para que tenga continuidad en el tiempo

12 de abril de 2021 Por: Miky Calero

Actualmente más del 80% de lo que comemos los caleños viene de afuera, camiones, aviones y barcos transportan nuestros alimentos para los 2.445.281 habitantes que hay en Cali y sus alrededores.

Somos una ciudad alimentariamente dependiente, lo que puede convertirse en un problema gigantesco, ¿Qué pasará cuando en otra crisis como la que vivimos por el covid, se cierren fronteras y esos alimentos no lleguen? ¿Nos alimentaremos de azúcar que es lo que tenemos al alcance? No quiero decir con esto que no a la caña, solo que debemos diversificar en cultivos y emprender más proyecto de agricultura urbana y semi rural.

Hagamos un imaginario, que puede ser muy real viendo cómo van las cosas: se cierran fronteras, escasean los alimentos, solo quedan suficientes, digamos para la mitad de los habitantes y la otra mitad con hambre; esa mitad con hambre va por la mitad con alimentos y se generan asonadas con toda la violencia que eso significa, ¿y allí qué? Nos matamos por un tomate. De qué nos sirven otros proyectos de ciudad como la educación y la capacitación financiera y otros temas donde se invierten millones de pesos mientras que a esto, lo más importante que es la seguridad alimentaria no le estamos parando las suficientes bolas.
Con barrigas vacías todo lo otro pierde importancia, por lo cual lo primordial en un proyecto de ciudad serio, es la seguridad alimentaria.
Niños y adultos con hambre son futuros delincuentes.

Pertenezco a un colectivo apolítico, lejos de la corrupción y el clientelismo que se llama ‘Sembrando Cali’ donde llevamos un año largo diseñando lo que sería una de las soluciones. Proyecto de ciudad apoyado por lo público y lo empresarial donde tengamos granjas y siembras urbanas, huertas comunitarias, sitios de acopio, capacitación, áreas semiurbanas con múltiples cultivos y así crear muchos puestos de trabajo aprovechando tantos desplazados del campo y su experiencia.

Esto tendría que funcionar bajo una misma ‘carpa’. Ahora se hacen proyectos desarticulados que con el tiempo desaparecen por lo cual tiene, óigase bien, tiene que ser un magno proyecto de toda la ciudad y sus dirigentes para que tenga continuidad en el tiempo. Suena como un sueño poco realizable, pero la noticia es que ya muchas otras ciudades en el planeta lo están haciendo con éxito como Detroit y Ámsterdam, también en África y Asia lo están implementando. Eso también repercute en el medio ambiente, menos contaminación, agricultura social y ambientalmente sostenible. Lo podemos lograr, demos ejemplo a otras ciudades.

PD. Gracias a Corpocuencas por invitarme a ser parte del Consejo Directivo, espero estar a la altura y contribuir a tomar decisiones constructivas a favor de las cuencas de nuestros ríos, de este nuestro glorioso Valle del Cauca. Estaré informando de los avances por este medio y por el programa radial Oye Cali, gracias.