El pais
SUSCRÍBETE

Llegar a Compostela

La ruta que va de Saint Jean Pied-de-Port, en Francia, a Palas del Rey o Piedrafita do Cebreiro, en España, junto a Santiago de Compostela, es conocida como El Camino de Santiago.

6 de febrero de 2020 Por: Medardo Arias Satizábal

La ruta que va de Saint Jean Pied-de-Port, en Francia, a Palas del Rey o Piedrafita do Cebreiro, en España, junto a Santiago de Compostela, es conocida como El Camino de Santiago. Desde hace siglos los cristianos hacen este recorrido para visitar la tumba del apóstol Santiago, hermano de Juan El Evangelista, uno de los doce en la última cena de Jesús.

Llegar a la catedral de Santiago de Compostela es quizá una de las experiencias místicas más sobrecogedoras que alguien pueda experimentar; y no sólo por el ‘Botafumeiro’, el incensario de casi una tonelada de peso, con sus carbones perfumados, el cual debe ser empujado por al menos siete ‘tiraboleiros’, sino por la atmósfera devota que han dejado ahí millones de peregrinos. Al entrar al templo es menester tocar la piedra, la misma que con los siglos y al contacto peregrino tiene ya forma de mano abierta, y golpear levemente la frente contra el muro, para “contagiarse de la inteligencia de Santiago”.

En francés, Santiago es conocido como Saint Jacques, y en latín, Jacobo. Es por ello que esta ruta también recibe el nombre de Ruta Jacobea o de la Vía Láctea, pues la inscripción luminosa de estrellas, ha servido también por siglos para guiar a quienes emprenden este recorrido.

“Desde la ventana de mi hotel puedo ver la catedral de Santiago y algunos turistas que están en su puerta principal. Estudiantes con ropas medievales negras pasean entre las demás personas, y los vendedores de souvenirs comienzan a montar sus tenderetes. Es de mañana, temprano, y excepto las anotaciones, éstas son las primeras líneas que escribo del Camino de Santiago”, anotaba Paulo Coelho en el epílogo de su obra ‘El peregrino de Compostela (Diario de un mago)’.

En la antigüedad, quienes viajaban hasta Jerusalén en busca del Santo Sepulcro, emprendían la ruta que buscaba, también, según la tradición, las copas, o el misterio del Grial, es decir, el lugar donde fue depositada, de acuerdo a la leyenda, la sangre de Cristo. En tanto, quienes buscaban la tumba de San Pedro, camino de Roma, eran llamados ‘romeros’, y de ahí viene la expresión española ‘romería’, que significa ir en grupo por los campos, dialogando, cantando o sencillamente acompañándose, hasta un lugar determinado. La romería y la trashumancia son comunes en la península ibérica hoy, pues son motivo de fiestas religiosas. Durante la Semana Santa en Sevilla y en sus fiestas del Rocío, cuando desfila por las calles la Virgen Morena, es posible apreciar las romerías, las de aquellos que van a pie o en carretas adornadas con flores, hasta lugares de celebración.

Anualmente, los pastores de ovejas recuerdan a España su naturaleza trashumante, y llevan hasta la Puerta de Alcalá, en el corazón de Madrid, parte de sus rebaños.

Coelho está considerado como uno de los autores más leídos del mundo. Sus temáticas, que a muchos pueden parecer superficiales o de una ‘filosofía maniquea y popular’, son sin embargo fondos culturales hermanados con las leyendas de Don Juan, del mexicano Castañeda, y afincadas en misterios que despiertan curiosidad, genuino interés.

Parten sus libros del misterio, los mismos que el lector debe descifrar, o acompañar, a manera de chaperón, al escritor. Muestras de esta literatura está en su texto ‘El alquimista’, o también, en ‘La Quinta Montaña’.

Coelho, en ‘El peregrino de Compostela’, insiste nuevamente en la necesidad de “seguir tu corazón”, de hacerse diariamente sabio en los misterios de la intuición, en las visiones o voces que aparecen delante de la gente como advertencias, y casi siempre son desoídas. Coelho promulga que el verdadero maestro es aquel que logra ‘ver’ lo que otros no ven, y puede caminar, por ello, con mayor seguridad, pues tiene la capacidad de escrutar con facilidad el comportamiento humano. Razón suficiente, argumenta, para ir con serenidad por el mundo.

Sigue en Twitter @cabomarzo

AHORA EN Medardo Arias Satizabal