Los ‘todo- es - malo’

No sé si por pesimismo o por desahogo, están aumentando los ‘todo-es-malo’.

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25 de feb de 2019, 11:55 p. m.

Actualizado el 22 de abr de 2023, 05:27 a. m.

No sé si por pesimismo o por desahogo, están aumentando los ‘todo-es-malo’. Hombres y mujeres para quienes todo cuanto se propone, se hace o se deja de hacer tiene de inmediato su censura, su descalificación, su veto y una expresión inequívoca de rechazo y condena.

Lo pregonan a los cuatro vientos, nada les parece y se empeñan en crear una atmósfera pesada y deprimente. Y es que con esas actitudes del no porque no, son hasta capaces de desestabilizar las buenas intenciones de aquellos que se atreven a innovar, a mejorar y a ver la vida desde una óptica distinta a no hacer más que criticar, torpedear y acabar con las nuevas ideas e iniciativas.

Ver el vaso medio lleno y no medio vacío es un decir que no por lo manido deja de ser válido y cierto. El mundo no es de aquellos que se apoltronan en su pasiva incredulidad, sino de aquellos que son propositivos, inquietos, idealistas y si se quiere soñadores. A los que hay que oír -así sea con el beneficio de la duda- antes de tirarles la puerta en las narices, como suele suceder.

Pero es que los ‘todo-es-malo’ están tomando tanto auge que muchas cosas, incluso de la vida diaria, comunes y corrientes, se quedan inéditas por culpa de aquellos que por ejemplo, cuando recobran el conocimiento no vuelven en sí, sino en no.

Confieso que no he leído esos libracos de autoayuda -ni lo vuelvo a hacer- y me caen al hígado esa especie de impostados gurús o sabios de pacotilla que posan de salvadores del mundo y dan consejos para triunfar en la vida resumidos en unos tips bastante imbéciles y que tienen sus seguidores, esos que cuando uno les pregunta cómo están, responden “excelentemente bien y mejorando”.

Sin embargo me quedo con estos especímenes y no con tantos seres grises, apabullados por su incapacidad, frustraciones o resentimientos que los llevan a asumir posturas apocalípticas reflejadas en decires como “esto se acabó” o “apaga y vámonos” en medio de gestos de amargura y desaliento.

Así son los ‘todo-es-malo’, seres muertos en vida, problemáticos, disociadores, envenenados contra el mundo, incapaces de admitir salidas distintas a las que llevan al abismo y al fracaso.

Yo por eso es que les huyo y a quienes se han vuelto así he decidido chuliarlos porque transmiten su mala energía y eso se puede contagiar malosamente.

En este lado, los que creemos y luchamos y vemos amaneceres promisorios y en el otro lado los incrédulos, los vencidos y los permanentes habitantes del mundo de las sombras y las tinieblas, que ojalá algún día descansen y dejen descansar en paz.

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Posdata:
El que se meta con Colombia se mete con Estados Unidos, es lo que dijo un directo vocero del presidente Trump en Bogotá o sea que estamos a un pelo de que estalle un rifi-rafe en el que desafortunadamente y ojalá así no sea, Colombia podría llevarse la peor parte.

Administrador de Empresas, Abogado y periodista por vocación. Director y fundador de MF Publicidad Mercadeo Limitada, al igual que de los programas Mario Fernando Piano y Oye Cali. Galardonado en dos oportunidades con el premio Simón Bolívar de periodismo. Escribe para El País hace más de 40 años.

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