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¿La feria de las vanidades?

No permitamos que nos envenenen con falacias malintencionadas y nos utilicen como idiotas útiles. Sin dejar de ser críticos, informémonos primero conociendo siempre las dos caras de la moneda para así dar nuestras opiniones.

25 de diciembre de 2017 Por: Mario Fernando Prado

“Lo que nos faltaba: aprovechar el evento popular más importante del año para obtener protagonismos y lucirse ante la opinión pública con un discurso populista interesado en hacer política y obtener votos en una clara estrategia demagógica”.

Lo anterior me lo chateo un caleño renegado que vive fuera hace años y se considera un auto expatriado de su propia tierra, comentando el caso del ‘cerramiento’ de la calle de la feria que ha recibido más publicidad que el evento mismo.

Le comenté que eso ya se había superado y que la administración había tomado en cuenta las consideraciones de quienes no estuvieron de acuerdo con lo que alcanzaron a llamar el muro de la infamia, armando una tempestad en un vaso de agua.

Le insistí en que se trataba de un incidente menor que no podía opacar la celebración de los 60 de nuestra feria y que el mal llamado ‘muro’ se había concebido para darle una mejor organización al evento, protegiendo de paso a quienes habían pagado por estar en las graderías.

Sin embargo, me riposto argumentando que la Feria debería ser gratis para todo el mundo y que por qué diablos cobraban por sentarse en una tarima.

Le espeté entonces subrayándole que más del 90% del programa ferial es totalmente gratuito, que como sucede en otras ferias y carnavales del mundo, hay casos en que hay que meterse la mano al dryl que sirve para ayudar a su financiación.

Y le agregue que no todo lo debe poner el Estado y menos el municipio de Cali que sigue estando bajo de recursos. Acto seguido le hice un balance del costo de la Feria, de lo que aportan además los patrocinadores, de que la entidad organizadora es de una probidad intachable y que la organización ferial es impecable.

Mi amigo, que vive en Canadá en donde todo es planificación, orden y autoridad finalmente reconoció que se dejó llevar por el sensacionalismo mediático de las informaciones tergiversas por las redes sociales que irresponsablemente alteran la realidad y montan peliculones que muchas personas copian y así es como se arman las escandaleras y los malos entendidos.

Por estos días Cali luce sus mejores galas. Hay mucho turismo que viene a gozar de la rumba y del ambiente alegre y hospitalario que nos caracteriza en un ‘brake’ que harto necesitan nuestros espíritus.

No permitamos que nos envenenen con falacias malintencionadas y nos utilicen como idiotas útiles. Sin dejar de ser críticos, informémonos primero conociendo siempre las dos caras de la moneda para así dar nuestras opiniones.

Esta no es una feria de las vanidades ni mucho menos un escenario para criticar y fustigar a una administración que no se merece de que la coloquen injustamente en el paredón.

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