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Voto en blanco o voto por nadie

Estas elecciones pueden resultar sorprendentes no por el resultado final, que probablemente...

7 de febrero de 2014 Por: María Elvira Bonilla

Estas elecciones pueden resultar sorprendentes no por el resultado final, que probablemente las maquinarias políticas engranadas con puestos y contratos le den la reelección a Santos. Pero claramente y desde ya, empiezan a notarse por diferentes caminos nuevas expresiones democráticas, sobre todo en las regiones, aunque los medios de comunicación nacionales aún no las registran. Parecería que empieza a hacerse sentir y oír una nueva ciudadanía inconforme que a no se transa con los argumentos inerciales que aparecen en todas las elecciones. Las innovadoras y creativas maneras de comunicarse que han hecho del internet y las redes sociales el escenario para poder compartir ideas y puntos de vista, pero también para organizar comunidades virtuales y movilizar personas para formar grupos sociales con propósitos puntuales, empiezan a dar sus frutos. Se han multiplicado portales con miles de seguidores cuyos nombres expresan sus posiciones y actitudes: manos limpias, indignados, tomate el poder, emputados, sos nazismo y que finalmente tendrán su expresión en las urnas a través del voto en blanco. Por primera vez que se sepa, aparece el voto en blanco, marcando en las encuestas para la Presidencia como una opción ganadora con un 30% frente al candidato favorito que es el actual Presidente Juan Manuel Santos, que a pesar de todas las gabelas no llega al 27% de favorabilidad. El voto en blanco recoge mucho del inconformismo ciudadano que esta vez parece querer tener una posición activa, beligerante y no limitarse a la pasividad del pasado en la forma de un abstencionismo inofensivo. Por esto vale la pena la claridad que hace Édgar Victoria González, uno de los promotores junto al escritor Gustavo Bolívar, sobre la efectividad política que puede tener esta opción, con lo que echa al traste muchas de las mentiras y falacias que giran en torno a éste. El Voto en blanco es un candidato como cualquiera, tal como lo confirma la registraduría, y no es cierto que el resultado se le sume al que vaya ganando. Que llena de plata a los promotores. Falso. Si marcan la última casilla del tarjetón nadie puede cobrar esos votos. Los movimientos que inscriben el voto en blanco para cobrar gastos de campaña tendrán una casilla distinta a la última del tarjetón.En un hipotético triunfo del Voto en blanco para las elecciones de Congreso, los partidos que no alcancen el umbral no pueden presentar nuevas listas pero para eso existen las alianzas como la que hizo el Partido Verde con los Progresistas. Que el Voto en blanco no sirve para nada. Falso. Si avergonzar a la clase política por un desprecio colectivo y decirles a los políticos que no nos representan es inocuo, lo lamentamos por quienes piensan así. Para nosotros es una lección de democracia pura que están en mora de recibir los corruptos de este país.Que después del Voto en blanco no sigue nada. Falso. Para sus promotores esta es la primera piedra de un gran proyecto de reforma política impulsado por la gente que tiene que desembocar en una reforma electoral en la que, por ejemplo, entre muchas cosas, se luchará para que los votos en blanco ganen curules de acuerdo con su votación y que estas no se queden vacías, tal como lo expresó el elector a la hora de votar por nadie.